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"Actores catalanes y marisco gallego saben mejor aquí"

Le divierte que no sepamos pronunciar su nombre, en catalán, terminado en una e neutra e imposible. "Mira, es Pera Ponce", oye decir. Asume la llamada política del cine, en tiempos de rodaje significa jornadas laborales que rebasan las 10 horas, fumar más cigarrillos de la cuenta, comer a destiempo fritos industriales regados con bebidas carbonatadas sin alcohol, y un cambio de chip constante. Típico bodegón de Sensación de vivir, más a juego con su imagen de chico que no crece que con la agudeza de su conversación. Está en Madrid en manos de Fernando Colomo y la buena compañía del reparto que hace la película Allegro ma non troppo, cuyo rodaje entra en la recta final.Pregunta. ¿Evocamos la escena de Amo tu cama, rica, rodada aquí mismo, en la Cibeles?

Respuesta. Fue algo trepidante, casi de cámara oculta, a veces escondida dentro de la furgoneta para no parar el tráfico, calculando las horas que quedaban de luz artificial. Era una zona preciosa. Lo comentábamos justo la otra noche Fernando Colomo y yo dando un paseo. Mi relación con Madrid es muy intensa.

P. ¿En qué sentido?

R. La primera vez que estuve aquí, más que sorprenderme, me aturdió, porque no tiene nada que ver con Barcelona. Es mucho más cosmopolita, más viva, la gente se establece menos y callejeas más. A mí, Madrid, me arrastra.

P. ¿Has visto la última película de Pedro Almodóvar?

R. No, estábamos rodando. [Se refiere al día del estreno]. Pero fui a la fiesta del Círculo de Bellas Artes. Era la primera vez que asistía a un evento del Madrid moderno. Fue como volver a los ochenta, ¿no?

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P. Por allí andaba Ricardo Bofill, un joven catalán que quiere ser cineasta. ¿Le conoce?

R. Personalmente no, fue Penélope Cruz quien me dijo: "Mira, el marido de Chabeli". Pues le deseo suerte en el cine.

P. ¿Le cuesta rodar en castellano?

R. Mi padre es catalán; mi madre, no. En casa hemos hablado siempre los dos idiomas, pero no creo que exista el bilingüismo absoluto. Te expresas según el contexto. Ahora estoy pensando en castellano; si estuviera allí, lo haría en catalán. En el rodaje de Allegro ma non troppo, Rosa María Sardá y yo hablamos en castellano, pero si nos decimos algo con pasión, sale el catalán. Cuando hicimos en Madrid El tiempo y los Conway, más que traducir era como ensayar otra obra.

P. Con Alex Casanovas, ¿verdad? Insisto, los jóvenes catalanes están de moda.

R. Sí, como el marisco. El gallego es el mejor, pero donde mejor se come es aquí. El cine catalán está muy bajo, apenas hay industria. El teatro es otra cosa, se busca más el espectáculo, no hay cabezas de cartel y eso le permite trabajar más.

P. ¿Y cómo le va la televisión presentando Pinnic?

R. De la tele, lo que más me gustan son los resultados. Es un programa grabado, donde tienes que imaginarte cómo va a quedar, pero me siento muy afortunado porque, siendo un programa diario, aún me sobra tiempo para hacer otro tipo de cosas.

P. ¿Para trabajar más o tiempo libre?

R. ¿Tiempo libre? ¿Qué es eso? [bromea]. Me gusta mucho el Rastro, pero cuando llego siempre está cerrado. ¡Algún día lo conoceré! Sólo estuve una vez, de pequeñito, cuando me llevaron mis padres, pero me acuerdo muy bien de La Bobia.

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