"Hoy no cobra. No hay dinero"

"Hoy no cobra. No hay dinero". Es la despedida que reciben los árbitros en algunos partidos de Segunda División B cuando les presentan el recibo de 165.000 pesetas por los derechos de arbitraje de cada partido. El árbitro se tiene que volver a casa sin cobrar y, peor aún, habiendo adelantado de su bolsillo los gastos de viaje y estancia. La federación teme que esta plaga se extienda y el conflicto se generalice ante la bancarrota de la mayoría de los equipos de esta categoría.A buena parte de los clubes de Segunda B les cuesta dinero abrir las puertas de su campo. No ingresan ni para pagar al árbitro. El pasado 17 de octubre, el Ávila se enfrentó al Pontevedra y recaudó 55.000 pesetas. Según la Federación, los equipos de esa categoría dejaron la pasada temporada un descubierto de 24 millones en derechos de arbitraje.

'Ta crisis se está acentuando esta temporada", señaló el presidente de los árbitros, Victoriano Sánchez Arminio, quien añadió: "En las siete primeras jornadas de este año, los impagos superan ya los dos millones de pesetas".

Hay clubes, como el Cieza, que adeudan los derechos de arbitraje incluso de partidos amistosos. - El Estepona, uno de los equipos más reincidentes en esta clase de deudas, no pagó ya al árbitro en el primer partido oficial de esta temporada, un encuentro de Copa, en agosto pasado.

"El Melilla tiene dos partidos sin pagar al árbitro, y el Almería, el Estepona, el Linense, el Ejido, el Maspalomas...". Sánchez Arminio pasó lista ante el presidente de la Federación, Ángel María Villar. "El problema es grave. Si seguimos así, se enterará el resto de los equipos y puede cundir, el ejemplo", dijo Sánchez Arminio.

Pero siempre encuentran excusas, según contó, José Álvarez, presidente de los árbitros andaluces, región a la que pertenece el mayor número de equipos que no pagan a los árbitros. "La excusa más habitual es la de 'mire, las taquillas son tan bajas que no dan para pagarles", indicó José Álvarez. Dirigentes, de la federación han llegado a ilustrar esta grave crisis con la anécdota de un informador, encargado de calificar al árbitro. "Me entretuve en conocer el número de los espectadores del partido porque se podían contar", detalle con la que ese informador explicó el reducido número de aficionados que pasaron por la taquilla.

"Conozco un árbitro, cuyo nombre me permitirá silenciar", indicó el presidente de los colegiados andaluces, "que hace un par de jornadas pitó al San Roque, en Lepe. Al día siguiente me pidió las 165.000 pesetas de los derechos de arbitraje que ese club le negó. Necesitaba ese dinero porque arbitrar un partido supone unos gastos, entre 50.000 y 60.000 pesetas, y él las había adelantado".

"Es una vejación y una humillación" añadió José Álvarez. "No sólo no les pagan, sino que los árbitros adelantan dinero de su propio bolsillo. Después tardan tres o cuatro meses en recuperarlo. Algunos de mis árbitros me han dicho que no quieren ir a determinados campos".

La federación es la que finalmente paga. Recupera ese dinero descontándolo de la subvención que otorga a los equipos, aunque sale de las arcas de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). La federación exige ese pago a los clubes para diligenciar cada temporada las fichas de sus jugadores.