Una Liga con sabor a tragedia
Los equipos griegos se benefician de la crisis económica europea
Los clubes de baloncesto griegos son los nuevos ricos de un continente europeo acuciado por la crisis económica. Los jugadores extranjeros llegados a Grecia han elevado, junto a los ya veteranos, el prestigio de la Liga griega. Los traspasos de jugadores nacionales a lo largo del verano han sido espectaculares. Pero detrás del brillo y el esplendor existen serias sombras de duda; resuenan tambores de guerra y se anuncian venganzas cruzadas. Todo ello con sabor de tragedia griega.Los equipos griegos han sido los grandes beneficiarios de la crisis económica que atraviesan las ligas española e italiana. La lista de jugadores extranjeros en Grecia se nutre, en buena medida, de muchos fichajes frustrados y de antiguos jugadores de Italia y España (Volkov, Tarpley, Paspalj, Norris y Savic, entre otros).
Hasta hace poco tiempo, en la Liga griega ocurrían historias como la del ex jugador de la NBA Danny Vranes. Vranes, fichado por el AEK, era una figura para el baloncesto europeo. Firmó un contrato por valor de 40 millones de pesetas anuales; el club le facilitaba chalé y coche de lujo, además de pagar el colegio de sus hijos. Dos meses después, Vranes había percibido 400.000 pesetas a cuenta. La villa se convirtió en un modesto estudio, no tenía coche y sus hijos no estaban escolarizados. Vranes, amenazado por los guardaespaldas del presidente del club, tuvo que abandonar, de forma precipitada, su club y el país.
Unos pocos años después, el Panathinaikos de Atenas ha sido capaz de batir a todo un Barcelona en la lucha económica por el ucranio Alexander Volkov. Casi 400 millones, libres de impuestos, percibirá Volkov durante las dos próximas temporadas en el equipo ateniense. El Panathinaikos, junto al otro equipo de la capital griega, el Olymplakos, representa la vanguardia económica del baloncesto heleno. Presidentes multimillonarios, una enorme cantidad de abonados y pabellones con grandes aforos. Por ejemplo, el Pariathinaikos inaugurará, en breve, un pabellón con capacidad par a 20.000 espectadores.
La guerra
El Olympiakos, rival encarnizado del Panathinaikos, tampoco se ha quedado atrás. El montenegrino Paspalj y el estadounidense Tarpley disfrutan de contratos anuales superiores a los 150 millones de pesetas, libres de impuestos, además de otros beneficios en especie. La espiral de gasto en el baloncesto griego ha involucrado a otros clubes. Para seguir en la lucha económica, la mayoría de los equipos utilizan las llamadas, eufemísticamente, "disponibilidades extracontables". Estas cantidades, excedentes de tesorería, sirven para que los clubes optimicen sus gastos de personal. Por ahora, la presión fiscal sobre los equipos helenos no es tan fuerte como en Italia o España, lo que, de hecho, coloca a los clubes griegos en situación de ventaja.
Pero en la Liga griega existen otros focos de interés. Varios jugadores internacionales griegos (Fassoulas, Patavoukas y Galakteros, entre otros) cambiaron de club este verano. Los clubes de origen de estos jugadores se negaron a aceptar los traspasos de sus estrellas, lo que provocó un serio conflicto entre jugadores y clubes, que finalmente se resolvió a favor de aquéllos.
Por eso, prácticamente cada partido importante de la Liga griega está impregnado de regusto a revancha. Sobre las canchas de juego griegas se disputa algo más que partidos de baloncesto; se lavan afrentas históricas; se dirimen venganzas presentes y se apela a reivindicaciones futuras.
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