El Leganés perdió, pero hizo sufrir al Barcelona B
La disciplina obrera del Leganés a punto estuvo de poder con el virtuosismo del Barcelona B. El conjunto madrileño, el más lozano de la Segunda División B, es uno de esos clubes que enriquecen el fútbol español con su juego voluntarioso, movimientos ofensivos y una lucha constante. El Leganés, que no conoce todavía lo que es ganar en la estrenada categoría, a punto estuvo ayer de saborear su primer empate, incluso tuvo opción a la victoria, precisamente en el campo del filial del campeón de Liga, cuya afición está acostumbrada a saborear tardes de buen fútbol. Pero la generosidad de los currantes del Leganés les llevó a la perdición.
Al Barca B le cuesta ganar en el Miniestadi. El filial azulgrana, un conjunto que lleva el sello de Johan Cruyff, ayer en el palco, no ofreció la inspiración y técnica habituales. Los despistes y la poca agresividad de los azulgranas se salvaron con una individualidad de Quique bien acabada por Sierra, a pocos minutos del final del partido.
El Leganés se desplazó a Barcelona en avión, algo inusual dada su modesta economía, dispuesto a todo. Se presentó con siete bajas, pero no impidió que su. técnico, Luis Ángel Duque, planteara una ordenada defensa -puso a Pizarro sobre Vucevic y a Mesas sobre Cruyff, mientras que los laterales Nano y Barba tapaban las entradas de Luis y Quique-; disciplina en su medio campo sin renunciar al ataque aprovechando la velocidad y técnica de Vivar y la potencia de Antonio.
De entrada, no se dejó nublar por el virtuosismo del rival. El Leganés salió como un toro encelado, con orden, pero sin efectividad. Andrés (minuto 12) y Vivar (17) obligaron a Angoy a sacar las castañas del fuego.
El dominio del conjunto madrileño fue en aumento, presionado al rival en la zona central. Los azulgranas, desconcertados, tuvieron su oportunidad a poco del descanso a cargo de Cruyff con dos disparos consecutivos que fueron rechazados por la defensa blanquiazul. En el segundo acto, el Barça tomó posesión del campo. Pero su iniciativa chocaba con la ordenada defensa. El cambio de Sierra Por Quique Álvarez dio más profundidad, que se saldó con el único gol.
Pese a perder, el Leganés salió del Mini con la cabeza alta. Creó ocasiones y no se amedrentó.
Sólo careció de jugadores de talento, de los que son capaces de inventar los goles. Pero su presupuesto no se lo permite. Eso es cosa de los poderosos.
Por su parte, el Real Madrid B perdió también, en Palamós, por 1- 0.
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