El Leganés despierta al colista y sale goleado
El conjunto madrileño sigue sin conocer la victoria tras la sexta jornada
El Bilbao Athletic tardó 26 minutos en despertar de su letargo. El certero cabezazo de Pizarro levantó los ánimos de una escuadra rojiblanca que, hasta entonces, se había perdido en pases tan largos como ineficaces. La pena fue que el jugador de Leganés tuvo la mala fortuna de inaugurar el marcador en propia meta. Aguilera no daba crédito y los hombres de Koldo Aguirre tampoco. El Bilbao Athletic tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para bordar un partido -el primero que gana en su feudo- con cuatro goles que pudieron ser muchos más.Hasta ese minuto, el Bilbao Athletic dormía plácidamente. Sólo la lluvia, que asomó en el campo de San Mamés a los 22 minutos, y el golazo de Pizarro desperezó a la plantilla local.
Pronto empezaron a crecer las ideas en el terreno de juego. Bidaurrazaga se queda solo delante del portero pero envió el esférico a la izquierda de la portería defendida por Aguilera. El Leganés aguantó bien durante el primer periodo en La Catedral. Pero en lontananza ya se divisaban los primeros agujeros en la zaga blanquiazul. Algunos defensas parecían sacados de una representación de folklore vasco. Levantaban las piernas como si de un aurresku (danza ritual) de honor real se tratara; pero los monarcas españoles hacía 24 horas que habían abandonado el País Vasco. El escaso público que acudió a la catedral se dio cuenta rápidamente de que el naufragio final del Leganés vendría por ahí.
Los delanteros tampoco parecían desplegar todas sus ganas para cruzar el rubicón del terreno de juego y tardaron más de media hora en forzar el primer saque de esquina. Hasta el golazo de Pizarro, el equipo local se había empeñado en ganar la partida a golpe de pases infinitos y de errores en la entrega del balón. En los primeros minutos tanto Arenaza como Suances ensayaron sin éxito sendos disparos desde fuera del área. La lluvia dio paso a una serie de jugadas por el lado rojiblanco que no encontraron rematador. Lambea centra desde la derecha y Arenaza se tira en plancha para rematar un balón envenenado que se pierde por encima del larguero.
El conjunto local creía haber encarrilado el partido con este cúmulo de ocasiones, pero el delantero blanquiazul Andrés se encargó de poner las cosas en su sitio con un remate de cabeza que dejó helado al cancerbero del Bilbao. La sombra de un empate, como resultado final, empezaba a tomar cuerpo entre la afición de San Mamés. Sin embargo, el Leganés se vino abajo incomprensiblemente y desapareció del terreno de juego.
KoIdo Aguirre se revolvía en el banquillo y parecía que su equipo no se iba a poder sacudir la ignominia de haber perdido en casa todos los partidos de liga. El Leganés, mientras tanto, jugaba su encuentro, el tiempo transcurría a su favor. Pero al final su zaga fue un coladero: abandonó La catedral con otros tres goles más en su haber.
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