Quejas mal canalizadas

En referencia a la carta publicada por ustedes en esta sección el día 9 del presente mes y titulada Consigna de pegote, con la firma de José Manuel Cangas Suárez, de Madrid, quisiera, si se me permite, hacer unas puntualizaciones breves.Básicamente, diría que este señor no enfoca debidamente su disconformidad con el servicio de consigna de internacional del aeropuerto, al opinar que es una "muestra de indolencia e ineficacia" la actuación del vigilante al invitarle a quejarse a la dirección del aeropuerto. Como integrante del servicio de seguridad, opino que el compañero de servicio en consigna lo único que pudo hacer es lo que hizo: canalizar la queja hacia quien puede ponerle remedio; no creo que su función fuese la de reparar los armarios.

Por otro lado, este señor protesta por la falta de limpieza de los aparcamientos. Critica "el paisaje nacional: colillas, papeles y latas por doquier". ¿Debemos entender que él nunca ha arrojado una colilla (si fuma), un papel o una lata en un sitio no apropiado? Permítaseme dudarlo. En este país, señor Cangas, tenemos, efectivamente, muchos defectos (como en todos los países), uno de ellos, del que usted hizo gala, es el de pagar nuestro mal humor ante una determinada carencia con quien menos competencias tiene sobre su solución, en este caso un vigilante jurado de seguridad.-