Leblance "Si el ciclismo español quiere guerra, adelante se verá quien gana

El poder mundial del ciclismo parece no temblar ante la negativa de los equipos españoles a aceptar sus directrices. Jean-Marie Leblanc, organizador del Tour y uno de los poderes fácticos de la Unión Ciclista Internacional (UCI), mostró ayer a este diario su convencimiento de que la "pequeña crisis provocada por los españoles" pasaría enseguida: "No tengo miedo a una secesión. Sería ridículo. Los equipos españoles están aislados". Los directores españoles se muestran dispuestos a llegar "hasta donde haga falta" para "democratizar" las estructuras ciclistas

.La piedra de toque del movimiento reivindicativo español es el intento de la UCI de hacer obligatoria la participación en las pruebas de la Copa del Mundo a los 25 mejores equipos del mundo. "Una medida inamovible", señala Leblanc en conversación telefónica con este periódico, "Los organizadores también estamos haciendo sacrificios para mejorar las pruebas. Sacrificios que nos ha pedido la UCF'.

Esta obligatoriedad, que los organizadores quieren efectiva para la próxima temporada, se añade al cambio de fechas de la Vuelta a partir de 1995. "Ese año, el calendario ciclista será un caos", opina Manolo Saiz, director del ONCE. "Los equipos más pequeños sólo tendrían cinco meses de actividad en España, y los más grandes se verían obligados a tomar parte en carreras que no les interesan ni deportiva ni económicamente".

Bobadas, replica Leblanc: "Los equipos españoles son egoístas y demasiado nacionalistas. No comprenden que su posición es negativa para ellos mismos, sus patrocinadores y sus corredores. Las pruebas de la Copa del Mundo las retransmite Eurovisión para toda Europa. Están dejando perderse una publicidad enorme. Admiro a los italianos, la forma en que se han sabido internacionalizar, salir de sus fronteras. Lo contrario que los españoles".

Por si sus argumentos no convencen, Leblanc no duda en apelar a una verdadera fuerza para imponerlo!: la selección para tomar parte en el Tour. "Si la crisis no se resuelve, el Tour elegirá", asegura. "No es una amenaza", precisa. "Banesto, ONCE o Clas no tendrían problemas [en estos tres equipos están inscritos 6 de los 10 mejores corredores del mundo], pero, pongamos por caso, si para el equipo número 19 tengo dudas entre dos, elegiré a aquel que haya participado en la Copa del Mundo". La organización del Tour se encarga, asimismo, de varias pruebas de la Copa del Mundo.

El análisis de Leblanc parte de una idea, el aislamiento del ciclismo español, que no comparten los equipos de España. "Están aislados", explica el organizador del Tour, "de los organizadores, de la UCI y de los otros equipos de todo el mundo. Ellos mismos se penalizan.

Si quieren guerra, adelante. Ya veremos quién gana".

Los equipos españoles, sin embargo, creen. que cuentan con un apoyo fundamental, el de los conjuntos italianos. Ambos son los ciclismos más fuertes deportivamente. Entre los dos países sumaron 10 de los 20 equipos que participaron ' en el último Tour. "Ellos están unidos y de acuerdo con nosotros", dice Javier Mínguez, director del Amaya. "Nosotros no formamos parte de la asociación internacional de equipos [organización dominada por el ciclismo francés que los españoles abandonaron el día que aprobaron el cambio de fechas de la Vuelta] y un día de descanso del Tour los organizadores les convocaron para que aprobaran la obligatoriedad de participar en la Copa del Mundo. Los italianos se negaron. 'Si no participan los españoles, ninguna decisión tendrá valor', dijeron. Luego nos reunimos con ellos en San Sebastián y mantuvimos el buen tono".

Si la fuerza de la UCI es el Tour, el arma de los españoles es su capacidad deportiva. Los mejores ciclistas del mundo, comenzando por Miguel Induráin, corren en equipos españoles. Es tal su poder que podrían elevar el nivel de la prueba que se propusieran, hundiendo al mismo tiempo la que desearan. Incluso los equipos empiezan a contar con el apoyo del otro poder del ciclismo, los organizadores españoles, descontentos con el calendario propuesto por la UCI. Incluso podrían poner en pie un calendario paralelo al de la UCI.

Democratización

Por ahora, sin embargo, no piensan llegar tan lejos. "No quiero pensar tan drásticamente", dice Manolo Saiz, director del ONCE, "pero estamos dispuestos a sumir el riesgo de una lucha en la que sólo buscamos la democratización de las estructuras. Queremos voz y voto en la toma de decisiones, No decimos que tenemos el 100% de verdad en nuestra postura, pero queremos que ellos reconozcan que tampoco tienen toda la verdad. Con los italianos de nuestra parte, podríamos poner en peligro todo el funcionamiento actual del ciclismo. Pero no queremos eso. Sólo sentar las bases para un nuevo orden".