Una juez cita a declarar a 130 policías en Barcelona y se va de vacaciones
La titular del juzgado número 25 de Barcelona, Elena Carasol Campillo, citó a declarar, cuatro días después de empezar sus vacaciones, a 130 agentes de la Comisaría de Vilardell, en pleno centro de Barcelona, por un supuesto caso de torturas contra un detenido. El magistrado que la sustituye, Josep Niubó, tuvo ayer conocimiento de las citaciones por la Prensa y decidió suspender el interrogatorio de los 16 primeros agentes citados.La juez pretendía interrogar esta semana a 70 policías que trabajan en el turno de mañana y, la próxima semana, a otros 60 que prestan sus servicios por la tarde, según explicaron fuentes judiciales. En total, debían de pasar por el juzgado unos 130 policías, que componen casi la totalidad de la plantilla destinada en la comisaría, que cubre el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. El juez sustituto no decidirá hasta que repase las diligencias del caso.
El ciudadano portugués Ricardo García Joaquín, de 30 años, fue detenido el pasado 14 de junio, junto a un amigo suyo, acusado de forzar la puerta de un despacho de la planta de rehabilitación de toxicómanos del hospital de Pere Camps de Barcelona. García, que después sería absuelto, aseguró que había sido golpeado mientras fue detenido. El denunciante ha sido arrestado en otras 23 ocasiones.
Fuentes policiales no alcanzan a comprender por qué el juzgado no citó sólo a los agentes que practicaron las detenciones y a quienes firmaron las diligencias. Las citaciones indiscriminadas perjudican el normal funcionamiento de la comisaría, según explicó ayer el responsable de la misma tras reunirse con el juez. Las convocatorias sí especificaban que no era preciso que se personaran mujeres policías.
