La tripulación dice que se encerró durante las últimas 12 horas de viaje
"Antes de zarpar de Valencia, la policía les encerró en dos cuartos. Eran pequeños, de cuatro a seis metros cuadrados. En un barco todo es pequeño. Los dividieron en dos grupos: los cuatro más jóvenes, en un cuarto, y el resto, en el otro. Las puertas no estaban cerradas del todo, había un hueco para pasar la comida y el cierre lo formaban unas planchas metálicas. Ya veíamos que eso iba a durar poco. Y así fue. Rompieron los cierres y salieron. Así que los que nos encerramos fuimos nosotros, la tripulación. Por nuestra propia seguridad. No nos fiábamos porque alguno de los mayores nos amenazó. Alguno parecía violento. Además, ellos eran 10 y nosotros 12. Ellos no tienen nada que perder, pero nosotros sí. Tenemos familia". Así se explicaba ayer ante los medios de comunicación José Cortizo, primer oficial de máquinas del Eva del Mar.Momentos antes, este tripulante y otros de sus compañeros se quejaban de la imagen de ellos que se ha dado en este caso. "No les hemos maltratado. Es mentira", espetó otro marinero desde cubierta. "Nos tachan de racistas y eso no es cierto. Pero no te puedes fiar", insistía Cortizo. Durante las últimas 12 horas del viaje, a tenor de la versión de la tripulación, los polizones anduvieron por donde quisieron. No estuvieron encerrados.
La tripulación del buque y los representantes sindicales de CC OO, que acudieron al puerto de Barcelona al atracar el barco, coincidieron en quejarse de que los jóvenes no fueran desembarcados en Valencia. El Eva del Mar tenía prevista la salida hacia la capital catalana el jueves a las dos de la tarde.
Las discusiones y negociaciones sobre qué se hacía con los polizones retrasaron la marcha hasta las siete. Durante ese tiempo, la tripulación se negaba a zarpar con los polizones a bordo, pero el capitán les convenció y salieron. "Tenían que haberles bajado a tierra. No lo hicieron y tampoco garantizaron nuestra seguridad ni la de ellos", insistía el maquinista en un tono ya más tranquilo.
No es un caso aislado
Los datos de la policía indican que este no es el primer caso de menores marroquíes que llegan a España como polizones. Se registró algún caso más el verano pasado, pero no de un grupo tan numeroso. La tripulación del Eva del Mar, un carguero que hace regularmente la ruta entre Barcelona y Casablanca, está acostumbrada a ver rondar a niños y adolescentes por ese puerto marroquí."Muchos te piden dinero, otros comida, otros te intentan robar y alguno quiere llegar a España, y por eso hacen lo posible por subir a los buques, escondidos entre los contenedores. Se buscan la vida y hay muchos chavales entre ellos", explicó ayer un miembro de la tripulación que no pudo reprimir la expresión "esa gentuza" al referirse a los polizones. A continuación precisó, sin embargo, que él no es racista.
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