El principal impuesto municipal sube por tercer año consecutivo por encima de la inflación

El Partido Popular comenzó su campaña electoral de 1991 con una promesa: congelación de impuestos. La nevera se les estropeó en su primer año de Gobierno en el Ayuntamiento de Madrid y el principal tributo municipal subió un 13%. Un año después la avería continuaba y el impuesto de bienes inmuebles (IBI) creció nuevamente un 13%. La propuesta de ordenanzas fiscales para 1994 demuestra que el congelador de impuestos del PP no funciona. Los madrileños pagarán el año que viene un 9,12% más por sus pisos. La inflación prevista por el Gobierno central para 1994 es del 3,5%.

Una vivienda con un valor catastral de tres millones de pesetas ha tributado este año 13.800 pesetas. En el recibo municipal de 1994 la cantidad que habrá que abonar ascenderá a 15.059 pesetas, un 9,12% más.Los madrileños volverán a encontrarse un año más con un recibo del impuesto de bienes inmuebles subido de tono. El Gobierno municipal, del PP, sólo se responsabiliza de una parte de esa subida. En su propuesta para 1994, la Concejalía de Hacienda argumenta que la situación de crisis generalizada que está soportando España les inclina, a pesar de los problemas de financiación que sufre el Ayuntamiento, a congelar los impuestos municipales. Congelación, en términos económicos, significa una subida igual al índice de precios al consumo (IPC) previsto para el próximo año.

IPC particular

Pero el IPC que manejan en la Casa de la Villa es muy particular. El PP pretende subir un 5,4% el tipo impositivo de los bienes inmuebles, ya que pasaría del 0,46% de este año al 0,485% en 1994. Este porcentaje se aplica sobre el valor oficial de las viviendas. De manera que a esta subida hay que sumarle la revisión de los valores catastrales de los inmuebles que el Ministerio de Hacienda aprueba todos los años. En el próximo ejercicio aumentará al menos un 3,5%.Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid (Izquierda Unida y PSOE) han resucitado antiguas batallas fiscales y denuncian el "cinismo" del Partido Popular. "Vuelven a ser incapaces de disfrazar los aumentos de los impuestos municipales. El de bienes inmuebles subirá muy por encima de la inflación prevista", explica el concejal de Izquierda Unida José Luis Pestaña.

También subirá un 5% el impuesto de construcciones y obras, y el de vehículos de tracción mecánica (circulación). El impuesto de plusvalías -beneficios por la venta de inmueblesy el impuesto de actividades económicas -empresarios y profesionales- quedarán congelados.

En el capítulo de tasas, la Hacienda municipal ha descubierto una nueva fuente de recaudación. La licencia de funcionamiento, posterior a la de apertura de un local, no estaba sujeta a obligación tributaria. El PP considera ahora que no había ninguna razón para ello y en 1994 cobrará esta nueva tasa.

Congelan el impuesto de actividades económicas, pero cobran nuevas tasas. Esta es la manera que tiene el PP de fomentar la actividad económica. Es un engaño a los comerciantes y profesionales", estima Pestaña.

Alfredo Tejero, concejal socialista, insiste en este argumento: "Cuando en otras instituciones se discuten las vacaciones fiscales para animar la actividad económica, el Ayuntamiento de Madrid pone una doble tasa".

18% de alza para la grúa

La grúa municipal también subirá sus precios un 18%, y los recibos de la Ordenanza de Regulación de Aparcamiento (ORA) lo harán en un 8%.Hacienda ha tenido especial cuidado al tratar los precios públicos en los polideportivos. La subida de tarifas en piscinas y pistas de tenis del año pasado -superiores al 20%- suscitaron numerosas protestas. Este año sólo aumenta un 6,5% la entrada de adultos.

En los teatros municipales, el PP ha decidido aplicar una subida del 12,5%. También experimentarán un fuerte incremento los talleres formativos (40%) y los conservatorios de música (38%). Y la entrada al Planetario costará un 8% más.

Izquierda Unida y el PSOE anunciaron ayer que no acudirán mañana a la comisión de Hacienda donde se debatirán las nuevas ordenanzas por haber recibido la documentación sólo con 48 horas de antelación. "Nos aseguraron que tendríamos una semana para estudiarla", alegaron.