El Banco Santander abandona Telefónica tras el enfrentamiento con la empresa

El Banco Santander se retirará del consejo de administración de la compañía Telefónica. La decisión ha sido comunicada a la dirección de la empresa y hoy mismo su representante, José María Carballo, presentará la dimisión. Telefónica pidió al Banco Santander que abandonase el consejo por haberse convertido en competidor directo al aliarse con British Telecom para entrar en el mercado telecomunicaciones en España.La alianza del Santander con BT fue considerada como una declaración de guerra dentro de Telefónica, que hasta la fecha mantiene un monopolio en el sector. Sin embargo, la liberalización del mercado de telecomunicaciones ha roto el status quo al abrir las puertas a otros operadores. La irrupción de BT y de otros grupos era esperada en Telefónica; pero lo que no se esperaba tanto es que uno de sus accionistas con puesto en el consejo, se aliase precisamente con ellos.

El hecho como tal y las declaraciones del presidente del banco, Emilio Botín, sobre la voluntad de convertirse en el líder del sector en España, provocó la reacción inmediata de Telefónica, cuyo presidente, Cándido Velázquez, comunicó inmediatamente a Botín la invitación a abandonar el consejo.

También le insinuó -"claramente", según fuentes bancarias- que la empresa retiraría cuentas que tiene con el banco y le apartaría del grupo de bancos con los que trabaja en sus operaciones nacionales e internacionales.

El Santander, que tiene el 1% de Telefónica, y, que al igual que varios grandes bancos y cajas de ahorros españoles, forma parte del consejo de la entidad desde hace años, ha tratado de limar asperezas desde que se produjo el enfrentamiento con el fin, sobre todo, de asegurar su papel en las operaciones de financiación en una empresa cuyo endeudamiento se acerca a los dos billones de pesetas. Fuentes oficiales del banco llegaron a decir que su acuerdo con BT no plantea conflicto de intereses. Otras fuentes de la entidad han reconocido que, una vez anunciado el pacto con BT, daban por descontado su alejamiento de Telefónica.

Los responsables de la compañía, por su parte, han mantenido que "es totalmente lícito que que los bancos y cualquier empresa tome posiciones en el mercado de telecomunicaciones". "Pero, también es normal", explican, "que si un socio se une a uno de los potencialmente máximos competidores, deje de estar en un consejo en el que va a conocer nuestras estrategias.