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300 funcionarios asaltan la Casa de la Villa para reclamar la paga que se les ha suprimido

Los dos concejales críticos del PP abandonan el pleno, pero el alcalde salva su mayoría al faltar un edil socialista

José Manuel Romero

Cuatro policías municipales heridos, dos puertas rotas y 55 concejales asustados. Fueron las huellas que dejaron a su paso los 300 funcionarios del Ayuntamiento de Madrid que ayer tomaron por la fuerza el Patio de Cristales, una habitación contigua al salón de plenos. La invasión fue rápida -menos de cinco minutos-, pese al intento de algunos agentes de utilizar bancos como muro de contención. A las doce del mediodía, los manifestantes habían conquistado el patio. A escasos metros se celebraba un pleno donde el alcalde, José Maria Álvarez del Manzano, presentaba el decreto que suspende la tercera paga (un tercio del sueldo) comprometida en el convenio. El PP rechazó la propuesta socialista de que se pague lo pactado. Los dos ediles populares que han amenazado con fugarse al grupo mixto salieron del pleno para no votar la supresión de la paga, y el alcade salvó la mayoría gracias a la ausencia de de un edil del PSOE

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Cuando el concejal de seguridad ciudadana, Carlos López Collado, pidió refuerzos, los 300 funcionarios ya habían irrumpido en el Patio de Cristales. Toda la dependencia era suya. El primer estallido de una protesta anunciada fue más violento de lo previsto. Hace 10 días, el PP decidió suprimir la tercera paga extra que figuraba en el convenio aprobado el 27 de mayo de 1992. Esta supresión dejaba a la mayoría de los 20.000 trabajadores del Ayuntamiento de Madrid sin 60.000 pesetas. El Partido Popular mantiene que la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que sólo permite un incremento salarial del 1,8% para este año, convierte en ilegal la tercera paga. Por eso la suspende.Los sindicatos representativos en el Ayuntamiento (Comisiones Obreras, UGT y CSIF) organizaron ayer una protesta en la plaza de la Villa aprovechando la celebración del pleno ordinario de septiembre. Dos mil trabajadores llenaron la plaza en tan sólo unos minutos. Varios centenares emprendieron la marcha hacia el salón de plenos. Los policías municipales que vigilaban las distintas puertas poco pudieron hacer. Hubo algún forcejeo, en el que los agentes se llevaron la peor parte. No se produjeron entre ellos heridos graves, pero sí cortes en los brazos y un dedo estrujado entre las puertas acristaladas que los trabajadores rompieron a su paso, según datos facilitados por López Collado. "La culpa no ha sido nuestra, sino de quien nos ha impedido el paso", se excusaba un trabajador. Los dirigentes sindicales se sintieron desbordados y no pudieron evitar los altercados, según manifestaron. Otros funcionarios, ya dentro del Patio de Cristales, pedían perdón a los agentes municipales, compañeros suyos que, cumpliendo con su deber, se habían interpuesto en el paseo triunfal de los manifestantes. Como regalo encontraron empujones, patadas y guantazos.

"Imposible debatir"

La entrada llegó acompañada de gritos contra el alcalde: "Alcalde, pinocho, eres un mentiroso". En el pleno, el urbanismo ocupaba a los concejales. El socialista José María de la Riva interrumpió su discurso: "Me resulta imposible debatir en estas circunstancias", afirmó. El alcalde entendió el comentario: "Es una falta de democracia y un espectáculo lamentable. Nada justifica que se viole el funcionamiento de este organismo democrático". Y el pleno continuó. Cuarenta policías antidisturbios llegaron a la plaza de la Villa y se situaron frente a la entrada principal. La calle Mayor se cortó al tráfico. Todo era expectación. Entre los concejales se discutía si los funcionarios se atreverían a pasar al pleno. Al final, tras 90 minutos de griterío en el Patio de Cristales, se dispersaron pacíficamente.López Collado, el concejal responsable de la Policía Municipal, reflexionaba en voz alta: "Sabíamos que habían convocado una asamblea en Legazpi y que luego vendrían hacia aquí. Incluso hablamos con la Delegación del Gobierno, pero no pensamos que actuaran con tanta violencia y brutalidad. Para López Collado, la reacción de los funcionarios es sorprendente. "Su situación no es tan desesperada como en otras empresas privadas donde llevan cinco meses sin cobrar", indicó.

El pleno ordinario reservaba otra sorpresa. El PSOE propuso devolver la tercera paga a los funcionarios. La moción no prosperó por sólo un voto. Dos concejales del PP, Manuel Martínez Blanco y Venancio Mota, abandonaron el pleno para no votar con su partido. Los dos ediles -tras salir derrotados en el congreso regional del PP- han amenazado con crear el Grupo Mixto si no se amplían las competencias de las juntas de distrito. Otro concejal del PP, Ángel Matanzo, llegó tarde y su voto fue anulado. La votación se salvó por los pelos -faltó el socialista Ginés Meléndez- y la tercera paga se aleja de los funcionarios.

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