Un viaje de bodas y un despiste

El alcalde José María Álvarez del Manzano no tuvo ayer un buen día. Buscó la paz con sus compañeros Venancio Mota y Manuel Martínez Blanco, que amenazaron el sábado con huir del PP si no se ampliaban las competencias de los distritos. Se reunió con ellos y salió sonriente. Hasta les dio un abrazo. Tres horas después, cuando el pleno se sumergía en asuntos delicados -la propuesta socialista para devolver la tercera paga a los funcionarios-, Mota y Martínez Blanco desaparecieron. Ellos querían el cumplimiento del convenio y habrían votado la propuesta del PSOE si la oposición hubiera estado al completo. Faltaba el concejal Ginés Meléndez, del PSOE, que se encontraba lejos disfrutando de su viaje de bodas. "No queremos que el alcalde tenga que utilizar su voto de calidad para ganar la votación", indicaron. La oposición (PSOE-IU) sumaba ayer 26 votos (sin Meléndez), y el PP, sin los dos concejales críticos, 28. En caso de empate, el voto de calidad del alcalde habría decidido. No hizo falta, aunque un despiste de Ángel Matanzo, que llegó tarde a la votación, dejó a su grupo a las puertas de la derrota. Por un voto el PP salvó la cara.

Votación nominal

Juan Barranco, portavoz socialista, pidió votación nominal para dejar en evidencia que faltaban dos populares. Lo consiguió. La unidad del grupo saltó hecha añicos. Algunos concejales del PP pedían después medidas disciplinarias: "Que los echen". Otros entendían lo ocurrido: "Entre cuatro personas se reparten todo el Ayuntamiento". Mota y Martínez Blanco siguen esperando que el presidente del PP, José María Aznar, les reciba. Si no toma medidas, anuncian que serán ellos quienes lo hagan, "pero desde otro sitio".