El Marsella, desposeído del título de Liga

La Federación Francesa de Fútbol desposeyó ayer al Olímpico de Marsella del título de campeón de la Liga 92-93 como consecuencia del presunto soborno a tres jugadores del Valenciennes en un partido del pasado campeonato. También suspendió su participación en las eliminatorias de la próxima Copa de Francia. Christophe Robert y Jorge Burruchaga, ex jugadores del Valenciennes, y el ex marsellés Eydelie se han visto privados provisionalmente de su licencia, y el ex director general del Olímpico, Jean-Pierre Bernés, ha sido suspendido de por vida.

Todas las decisiones de la federación pueden modificarse según sea el resultado de la instrucción llevada paralelamente por el juez Beffy, proceso destinado a llevar el asunto ante los tribunales. Las sanciones se hicieron públicas un día antes de que concluyera el plazo dado por la FIFA para que la Federación Francesa actuara en el caso. En Marsella las sanciones han sigo acogidas con un suspiro de alivio. Se temía lo peor -el descenso a Segunda División- y se daba por descontado que al club iban a privarle de cinco o seis puntos en la clasificación del actual campeonato. Finalmente, sólo se le priva del honor de un título pasado y se castiga a dos personajes -Bernés y Eydelie- que ya están fuera del club.El Olímpico tampoco podrá participar en la Supercopa de Europa ni en la Copa Intercontinental, a pesar de que no se le ha retirado el título de campeón de Europa que ganó frente al Milan. La decisión fue anunciada ayer por el secretario general de la FIFA, Joseph Blatter.

El presidente del Olímpico, Bernard Tapie, sonreía cuando salió de los locales de la federación. Bernés, en cambio, un fanático compulsivo y algo inestable al que se acusa de haber organizado el soborno de los rivales y de haber proporcionado el dinero para comprarlos, estalló en sollozos mientras declaraba: "Han destruido mi vida, desde hace cuatro meses vivo en un infierno. Ya no sé qué hacer o qué decir. Sólo me queda el suicidio para demostrar que no tengo nada que ver con todo este asunto". Por su parte, el presidente de la asociación de seguidores del Olímpico, Jacques Pellisier, consideró que "la federación ha tomado una decisión justa y moderada".

El embrollo deportivo-jurídico no ha terminado, ni mucho menos. Los jugadores suspendidos se hallan en distinta situación respecto a sus clubs. Burruchaga llegó a un acuerdo con el Valenciennes para la rescisión del contrato y en la actualidad busca club en la Segunda División argentina. Robert parece decidido a abandonar el fútbol y Eydelie, el más joven, también pretendía rehacer su carrera en Argentina, desconociéndose cuál es su relación con el Olímpico. La FIFA puede hacer extensiva al plano internacional la decisión francesa.

El fiscal Montgolfier, el hombre que lanzó al juez Beffy sobre el caso, se ha lamentado de que "sólo se sancione a los jugadores y se haga con tanta dureza". Para él, desde el punto de vista de la justicia ordinaria, los jugadores son trabajadores a los que se les va a privar de su medio de ganarse la vida mientras los clubs, sospechosos ambos de haber intentado amañar el resultado del encuentro, no son castigados o sólo de manera simbólica.

Obviamente, la dimensión política, policial o estrictamente jurídica del caso no es competencia de la federación. Dicho organismo no tiene por qué pronunciarse sobre las presuntas tentativas de soborno de testimonios protagonizadas por dos ex ministros socialistas -Tapie y Jacques Mellick-, ni sobre las relaciones entre la empresa de balanzas industriales Testut y las cantidades pagadas de dinero negro al ex marsellés Chris Waddle, ni sobre las prisas por regalar una cámara de vídeo que sustituyera la que él hundió en el mar cuando fue pillado en su yate en comprometedora compañía.Caso abierto

El entramado y las ramificaciones del asunto aseguran que éste no puede darse por cerrado. De momento, la federación se ha limitado a ceder a las presiones de la UEFA y la FIFA, y ha sido benévola con el Olímpico y el Valenciennes, así como con Tapie y Coencas, los presidentes de dichos clubs. Sin embargo, el presidente de la liga, Noël Le Graët, que ya envió a Segunda División -al Bret o al Girondins, aún no ha dicho su última palabra.

Los máximos dirigentes de la FIFA expresaron su satisfacción por la decisión tomada por la Federación Francesa. Así, Joao Havelange, que asiste en Mónaco a la reunión del Comité Olímpico Internacional (COI), aseguró: "La medidas adoptadas son justas porque no sólo se sanciona a los jugadores, sino, asimismo, a dirigentes implicados en el caso". Havelange había dado a la Federación Francesa un plazo hasta hoy para sancionar a los responsables del caso de corrupción a la vista de que las autoridades de fútbol galo daban largas al asunto. En concreto, el presidente de la FIFA había amenazado a Jean Fournet Fayard, presidente federativo francés, con suspender todas las relaciones internacionales de no adoptarse medidas. "Ahora tengo que felicitar a la Federación Francesa por haber respetado nuestro estatutos", agregó Havelange.

La FIFA, en un comunicado emitido ayer también, anunció: "Una vez se haya consultado a la UEFA, tomaremos otras medidas en el plano internacional con el Olímpico de Marsella, que se darán a conocer la semana próxima".