González: "La renovación es irreversible"

Felipe González ha dado luz verde al grupo de Las Navas para que se entreviste próximamente con Alfonso Guerra. Los integrantes del grupo se lo pidieron al presidente del Gobierno durante la reunión mantenida el viernes en La Moncloa, pese a constatar la incompatibilidad entre los números uno y dos del partido, según reconoció el propio González. El secretario general del PSOE dará la batalla por la renovación en el partido, aunque para ello tenga que enfrentarse a Guerra. Afirmó ante el grupo de Las Navas que "la renovación es irreversible" y estableció el campo de juego del próximo congreso del PSOE: "Definir y profundizar en el cambio sobre el cambio, porque es un mandato electoral". También González asumió la conveniencia de ir a una comisión ejecutiva más reducida y a un órgano intermedio de debate entre la ejecutiva y el comité federal, como propuso la generalidad del grupo, en la anterior reunión de Bilbao.

Los miembros del grupo de Las Navas se entrevistarán con Guerra próximamente, según acordaron con González el viernes, tras las cinco horas de reunión en La Moncloa. Felipistas todos ellos, pero algunos con vínculos con Guerra, consideraron conveniente plantear a González un encuentro del grupo con el vicesecretario general en su condición de plataforma de reflexión plural. Los ministros Javier Solana y Jerónimo Saavedra; el presidente valenciano, Joan Lerma; los líderes socialistas de Cataluña, Raimon Obiols; Castilla y León, Jesús Quijano, y el diputado Luis Yáñez son felipistas incondicionales. Otros miembros del grupo -como el presidente andaluz, Manuel Chaves; el secretario de Vizcaya, Nicolás Redondo Terreros, Carmen García Bloise y el ugetista Paulino Barrabés, convocante de las reuniones-, alternan su felipismo con un intento de integrar a Guerra y al guerrismo.González aseguró ante el grupo que "la renovación en el PSOE es irreversible porque es un compromiso electoral". Asumió la propuesta renovadora de crear un órgano intermedio de debate, entre la comisión ejecutiva, con un carácter más reducido y decisorio, y el comité federal como había planteado una mayoría de los miembros del grupo en la reunión anterior, celebrada el 4 de septiembre en Bilbao.

El secretario general del PSOE dijo que el debate del 33º congreso de su partido, en contraste con el anterior, celebrado en noviembre de 1990, había que centrarlo en "definir y perfilar el cambio sobre el cambio ". González vinculó el cambio sobre el cambio a la crisis de la socialdemocracia internacional. La regeneración de la vida política, ajustar el modelo socialdemócrata a una economía en crisis tratando de salvar el Estado del bienestar, y el cambio en el modelo interno del partido, en un sentido más democrático y abierto a la sociedad, fueron los temas que puso sobre la mesa González en la reflexión que hizo sobre el congreso y el futuro de su partido. "Se trata de combinar las variantes de empleo, competitividad y solidaridad", dijo González.Reacciones en cadena

Planteada, por primera vez, la posibilidad de la salida de Guerra del partido, las reacciones se sucedieron ayer en cadena: los principales dirigentes renovadores se apresuraron a clarificar que sus planteamientos son mayoritarios, y que si alguien se marcha por no asumir este hecho, se trata de "un mal menor", en palabras de Raimon Obiols, primer secretario del PSC.

Los guerristas tienden a señalar que no se ha interpretado bien a Guerra en su intervención crítica sobre el chantaje nacionalista al Gobierno y abogan por la integración de candidaturas, mientras que los renovadores replican que la renovación es el primer objetivo del PSOE.Ayer, el primer secretario del PSC, el renovador y miembro del grupo de Las Navas Raimon Obiols, abogó por un proceso de integración en el PSOE entre guerristas y renovadores; pero siempre sobre la base de la renovación. "Si hay síntesis, mejor, pero si no la hay, será un mal menor", dijo, informa Luis Mauri.

El secretario general del PSOE de Castilla y León y también integrante del grupo de Las Navas, Jesús Quijano, dijo que "el partido es suficientemente sólido para aceptar el reto del pluralismo y, si estamos de acuerdo en lo previo, en las ideas y objetivos esenciales, el que haya mayorías y minorías es lógico". "No todo se puede resolver mediante un dogma con el que todos tengamos que estar de acuerdo", dijo el secretario regional.

Desde el guerrismo, la dirigente socialista Matilde Fernández manifestó que si en el próximo congreso se presentara una lista distinta de la encabezada por Felipe González, "se rompería la cultura de integración que ha caracterizado a esta formación política". Fernández, en declaraciones a la SER, respaldó a Guerra y dijo: "Hay algo de chantaje [de los nacionalistas sobre el Gobierno], hay una presión constante y eso preocupa no sólo al número dos del PSOE sino a todo el partido".

El presidente del PSOE, Ramón Rubial, manifestó ayer en Santiago de Compostela, en tono conciliador, que "Guerra no se va a marchar del partido" y qi,ie éste "no se va a romper". "Este es un partido democrático en el que cada uno tiene libertad para pensar lo que le dé la gana. Sean cuales sean los acuerdos del congreso, no habrá motivo para que Guerra abandone", dijo Rubial, informa Xosé Hermida.

El secretario general del PSOE de Andalucía, Carlos Sanjuán aludió a que se habían malinterpretado las declaraciones de Guerra sobre el chantaje de los nacionalistas al Gobierno. "Es inconcebible que se hagan declaraciones sobre cosas que se dicen que se ha oído sin haber participado en c debate interno", dijo Sanjuán quien añadió: "Es de necios hace declaraciones sobre cosas que n se han oído", en referencia a las palabras de Solchaga de que la marcha de Guerra no supondría una crisis interna en el PSOE "Confío", añadió Sanjuán, "en que esto no sea nuevamente un maniobra de acoso a Guerra".