"Es desalentador"

Fue la noticia del verano del 90: Luis Milla cambia el Barcelona por el Real Madrid. Ahora, tres años después, el jugador se muestra arrepentido de aquella decisión y confiesa sus intenciones de abandonar el equipo de Benito Floro el próximo mes de junio, al vencimiento de su contrato. El turolense está harto de calentar el banquillo. El fichaje de Dubovsky le ha relegado a ser el sexto centrocampista de la plantilla. "Es desalentador", resume Milla, que, sencillamente, quiere irse."En lo meramente deportivo me arrepiento de haberme ido del Barcelona", confesó el martes al diario deportivo Sport. Ayer, tras el entrenamiento del equipo, ratificó sus palabras y las llenó de argumentos. "Hay que tener en cuenta", afirmó, "que llegué con muchísima ilusión y las cosas no me han salido todo lo bien que cabría desear".

El Madrid creyó encontrar en la contratación de Milla el golpe de efecto necesario para mantener su hegemonía (cinco títulos de Liga consecutivos) sobre el Barcelona. El tiempo le ha dicho lo contrario: desde que le fichó, hace tres campañas, el Barça las ha ganado todas. El técnico azulgrana, Johan Cruyff, encontró a Guardiola. Nadie en el Camp Nou se acordó más de Milla.

Al jugador tampoco le salió bien la permuta. De ser la revelación de la Liga, ha pasado en tres años al ostracismo. Sólo recobró protagonismo cuando reveló que, hace dos, un jugador del Barcelona, del que nunca dijo el nombre, le ofreció sin éxito una cantidad de dinero por propiciar la derrota del Madrid en Tenerife, decisiva para el desenlace de la Liga. Fue sancionado con un millón de pesetas por hacerlo público y no denunciar al culpable, pero no pagó porque se archivó el caso.

Milla no ha tenido suerte en el Madrid. Una grave lesión le relegó a la enfermería durante su primera temporada entre los blancos. Después llegó Prosinecki. Sólo los problemas musculares del croata le han permitido jugar a veces. Su panorama se ha ennegrecido con la venida de Dubovsky. Floro le confirmó en el debú liguero que es el sexto centrocampista de la plantilla: retrasó a Hierro hasta la defensa, otorgó a Martín Vázquez su plaza y a Dubovsky la de éste. "Hay que ser realistas", dijo Milla, "y ver que el preparador cuenta con otra gente".

Cansado de entrar en el equipo sólo por las lesiones o sanciones de algunos compañeros, Milla ha explotado y anuncia con rotundidad su intención de abandonar el Madrid.