Cacho no acepta ser vasallo de Morceli
El atleta español Fermín Cacho viajó ayer a Bruselas sin saber qué prueba correría hoy en la penúltima reunión de la temporada. Desde que finalizaron los Campeonatos del Mundo de Stuttgart, el pasado mes, había intensificado su preparación para realizar esta tarde una gran marca en los 1.500 metros, pero los deseos a última hora del argelino Nurredine Morceli, el campeón mundial, de batir el récord de la milla (1.609 metros) han originado el cambio de distancia en el programa. "Como no hay 1.500, correré los 800. Si no, me volveré a casa. No tenía previsto hacer más millas en pista y no me voy a someter a Morceli porque se le haya ocurrido correr una", afirmó Cacho.
El programa de la reunión de Bruselas, aprobado por la Federación Internacional de Atletismo, contemplaba los 800 y los 1.500 metros como las únicas pruebas de medio fondo a disputar en el estadio Heysel. Cacho llevaba dos semanas preparando la carrera: "Este año no ha sido como el pasado, que me relajé después de los Juegos Olímpicos. Decidí se guir entrenándome para hacer una gran marca en los 1.500 y ahora me encuentro con que no los hay". El soriano recibió la noticia el miércoles a través de su apoderado, Miguel Ángel Mosta za: "Morceli busca el récord de la milla y los organizadores se han bajado los pantalones". La respuesta de Cacho fue contundente: "Pues yo no me los bajo. Vamos a Bruselas, pero no para la milla, sino para los 1.500 o los 800".
Cacho sostiene que su postura se debe a una cuestión de dignidad, no a evitar un nuevo enfrentamiento con Morceli, que le superó en la final de Stuttgart: "No hubiera habido ningún problema si hubiera salido en los 1.500 y nos hubiésemos visto las caras. Lo que no voy a hacer yo es cambiarme de distancia porque él quiera. Si no coincidimos en la pista ahora, ya habrá más ocasiones para ello. El año que viene, en Oslo o Zúrich; al siguiente, en los Campeonatos del Mundo, y al otro, en los Juegos Olímpi cos. Por mí, no hay prisa".
Duelo en Barcelona
Mostaza, que negoció con los organizadores que mantuvieran la carrera de los 1.500 metros, se mostraba receloso de que la prueba, aun disputándose, respondiera a los intereses de Cacho: "Morceli tiene el récord de los 1.500, pero se quedó recientemente a medio segundo del de la milla y, lógicamente, quiere intentarlo de nuevo. A los organizadores les interesan los récords y darán a Morceli cuanto pida. Las mejores liebres serán, por tanto, para él. De mantener los 1.500, habría que ver a qué ritmo se lanzaban. Cacho está para lograr el récord de España y sería una pena que se le malograse por las malas liebres.
A su llegada a Bruselas, Cacho y Mostaza vieron cómo estaban tachados a mano los 1.500 en las listas oficiales y, en su lugar, aparecía la milla. Cacho oficializó en ese momento su inscripción para los 800.
Sobre la posibilidad de una carrera de Cacho y Morceli en Barcelona para poner fin a la polémica de la presunta liebre empleada por Morceli en los Mundiales, Mostaza asegura que esta revancha es inviable: "La idea no es, desde luego, nuestra. A Cacho no le interesa y yo, como apoderado, sólo puedo decir que la carrera sería únicamente posible si alguien pusiera muchísimo dinero sobre la mesa".
Con la reunión de Bruselas, Cacho cierra la temporada, que acabará el próximo día 10 en Londres con el último programa del Gran Premio. El de Bruselas cierra el circuito del Golden Four, que premia con 20 lingotes de oro, valorados en casi 30 millones de pesetas, a los atletas que hayan ganado sus pruebas en las reuniones de Oslo, Zúrich y Berlín; entre ellos se encuentra Morceli.
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