Tres en discordia

El primer conflicto del fútbol salta antes del comienzo de la Liga y en el lugar menos indicado: el organismo que ha de velar por la limpieza del torneo. Se trata del Comité de Competición, formado por tres miembros. Uno lo pone la Federación: Alfredo Flórez. Otro, la Liga Profesional: Álvaro Querol. Y otro, el que ha de desempatar, José Miguel Zubizarreta, debe ser consensuado por ambas. Se vive, sin embargo, una curiosa situación: la Federación ha retirado la confianza a Zubizarreta y le busca sustituto, pero la Liga le promete su apoyo.Para la Federación, Zubizarreta debe irse. Para la Liga, es innegociable su marcha. Veinticuatro horas antes de que recomienden concordia y buenas maneras entre los presidentes de los clubes, los altos directivos entran en una polémica dialéctica. "Villar [el presidente de la Federación] quiere mangonear en el Comité y no se lo vamos a perínitir", dice un portavoz de la Liga. "Zubizarreta debe dimitir. No cuenta con nuestro apoyo", sostiene uno de la Federación.

¿Y Zubizarreta? Zubizarreta, abogado laboralista, acaba de regresar de sus vacaciones y no sabe nada. No sabe si deberá juzgar lo sucedido en la primera jornada del campeonato o dedicarse a otra cosa. "Puedes irte tranquilo", le dijo un miembro de la Liga; "te seguiremos apoyando porque no estamos dispuestos a que Villar haga y deshaga a su antojo". Mientras tanto, la Federación ha hecho gestiones para sustituirle y habla con algunos juristas pertenecientes a otros comités disciplinarios para que ocupen su puesto. Por convenio, ambos organismos deben consensuar un nombre. Pero no hay tal, sino un conflicto de competencias.

Dirigentes de la Liga catalogan de "impresentable" a Ángel María Villar por su forma de actuar en este asunto y consideran inadmisible su política de hechos consumados. "Villar", cuenta Zubizarrreta, "me llamó a finales de julio para decirme que iba a introducir cambios en el Comité y que ya tendría noticias suyas, aunque me habló de ciertas posibilidades de colaboración. Directamente, no he vuelto a saber nada de este caso. Me he enterado por terceros de que el miembro de la Federación pasa a desempeñar las funciones que yo hacía. Pero todo esto quien me lo tiene que comunicar es el propio Villar".

En estas condiciones, el Comité puede dejar de funcionar si no existe un rápido acuerdo. La reglamentación exige que haya mayoría para que sus decisiones sean efectivas. Pero las cuentas no salen: Uno, va por la Liga y puede ausentarse. De otro, por la Federación, no se sabe qué actitud tomará. Y el tercero, el consensuado, Zubizarreta, está destituido según unos y en activo según otros.