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El Milan pone a debate la defensa del Barça

La clara derrota frente al Milan el domingo (3-0) ha abierto el debate sobre la capacidad del Barcelona a mitad de la pretemporada. Mientras destacados jugadores del Milan, como el goleador Papin, afirman que el sistema defensivo del Barça "no es apropiado para un campeón de Europa", el técnico azulgrana, Johan Cruyff, mantiene la fe en sus estrategias. "Creo que no hay que modificar nada", afirmó ayer a su regreso de Oviedo. "Hemos tenido fallos lógicos de pretemporada. El equipo ha ido a más, pero es necesario acoplar mejor las líneas".

El balance de los seis partidos disputados por el Barcelona en lo que va de pretemporada frente a rivales de Primera División es de dos victorias y cuatro derrotas, once goles a favor y quince en contra, con un promedio de 2,5 por encuentro. Brian Laudrup, que observó desde la tribuna del Carlos Tartiere la victoria por 3-0 de su Milan sobre el equipo de su hermano Michael, comentó: "El Barcelona no ha cambiado. Es fantástico desde el círculo central hacia arriba, pero su punto débil es la defensa".Su compañero Papin, autor de dos de los tres goles, fue más contundente. "No creo que sea un sistema defensivo adecuado para un campeón de Europa", anunció el goleador francés. Cruyff se encoge de hombros y responde que cada cual puede opinar lo suyo. Su diagnóstico resulta más sencillo: se perdieron demasiados balones durante la fase crítica de la elaboración de jugadas en el centro del campo, lo que permitió que un rival de la talla del Milan matara con el contragolpe. Es decir, que la pérdida del balón sigue siendo más traumática para el sistema del Barcelona que para otros equipos con esquemas menos arriesgados.

Durante los quince días de trabajo, Johan Cruyff ha insistido en dividir la pretemporada azulgrana en dos fases. El stage inicial, basado en la preparación física y las evaluaciones individuales, debía terminar con el partido frente al Milan en Oviedo, para dar paso a una segunda fase, con su inicio en el Teresa Herrera, desde el viernes, donde la alineación titular iba a perfilarse. Sin embargo, la disputa de cuatro partidos en seis días se ha convertido en una minigira para la cual Cruyff ha preferido optar de nuevo por. una convocatoria masiva de jugadores.

Koeman ha confirmado que juega mejor cuando está arropado por dos centrales. Nada nuevo. Laudrup ha confirmado que, mientras sus compañeros han aprendido en los rondos diarios a pasar balones a los pies del amigo, él es el que mejor sabe enviarlos con criterio hacia los espacios. Stoichkov, tras asimilar que el público holandés contemplaba sus caídas teatrales con hilaridad, ha desplegado su instinto asesino con una puntería nómada que camina entre la impresionante volea a la red del Ajax desde 25 metros y el tiro por encima del larguero del Milan desde una distancia de tres metros.

El brasileño es el gran tema pendiente. Es un hombre solitario, ensimismado, que vive su propia vida en el terreno y fuera de él. Analizando sus esporádicas contribuciones al partido frente al Milan, Cruyff comentó: "Tocó doce balones en todo el partido. Por eso digo que fallamos en el centro del campo. Si no le llegan balones es difícil que juegue bien."

En otras palabras, el conjunto tiene que abastecer a Romario en una zona del campo que,,antes, se dejaba libre para los instintos goleadores de Bakero, Amor, Laudrup y compañía. El brasileño está obligado a triunfar en una demarcación donde Lineker y Salinas no han sabido hacerlo. Es un jugador técnicamente capacitado para marcar goles de pañuelo en el Camp Nou pero cuya contribución en los campos contrarios ha sido, hasta ahora, irregular.

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