Un juez militar investigara en Bosnia si el homicida del legionario es un compañero

El titular del Juzgado Militar Territorial número 11 de Madrid, que instruye las diligencias por la muerte del legionario José Gámez Chinea, investigará si el presunto homicida fue un compañero de la víctima. El juez se trasladará en los próximos días a Bosnia para tomar declaración a los soldados que vieron a Gámez Chinea antes de su desaparición, el pasado 10 de julio. Una semana después se halló su cadáver con un disparo en la cabeza a 15 kilómetros del cuartel de los cascos azules españoles en Medjugorje (Bosnia).

El batallón español en Bosnia cuenta entre sus miembros con un oficial jurídico, pero el juez militar ha decidido trasladarse a Mediugorje para dirigir personalmente la investigación. Una de las cuestiones que tendrá que dilucidar es si el presunto autor de la Muerte de Gámez Chinea es un ciudadano español, ya que sólo en, ese supuesto tendría competencia para investigar.Si el homicida fuera un ciudadano de la antigua Yugoslavia, croata o musulmán, se vería obligado a inhibirse en favor de los tribunales de Bosnia-Herzegovina, un país destruido por la guerra donde la muerte violenta es un hecho cotidiano e impune.

Los jueces militares no pueden uzgar en España los delitos de homicidio, incluidos en el Código Penal común, cuya competencia corresponde a los jueces civiles. Sin embargo, la ley de la jurisdicción militar de 1987 señala que "en los casos de presencia permanente o temporal fuera de territorio nacional de fuerzas o unidades españolas de cualquier ejército, [los tribunales militares entenderán del todos los [delitos] tipificados por la legislación española, siempre que el inculpado sea español y se cometan en acto de servicio o en los lugares o sitios que ocupan fuerzas o unidades militares españolas".

El informe elaborado por los forenses de Gran Canaria calificó de "muerte homicida" el fallecimiento del legionario, dando un giro copernicano al caso. En un primer momento se pensó que se trataba de un suicidio, o al menos de un disparo accidental del arma, sin intervención de terceros, ya que el fusil se encontró junto al cadáver, así como los demás efectos personales, incluidos 900 marcos. Este hecho hizo descartar un asalto por parte de grupos dedicados al bandidaje que proliferan en la región. No obstante, la autopsia realizada en Split (Croacia) no confirmó la tesis del suicidio, por lo que el Ministerio de Defensa encargó una segunda autopsia en España, que la descartó totalmente.

Por otra parte, el ministro de Defensa, Julián García Vargas, se reunirá mañana a puerta cerrada con los portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisión de Defensa durante la anterior legislatura, ya que aún no se ha elegido a los nuevos, para informarles sobre la situación en la antigua Yugoslavia y el papel del contingente español.