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El Atlético de Gil recibe otra demanda judicial

Las empresas Lidiamar, SA, y Explotaciones Las Lajas, SL, poseedoras de, los derechos de explotación hostelera del estadio Calderón hasta junio de 1995, han demandado judicialmente al Atlético de Madrid por incumplimiento de contrato. Según el representante de una, Juan González Magro, otra firma, Explotaciones Hosteleras Velázquez, SL, cubrió ese servicio en algunas zonas del campo durante los tres conciertos ofrecidos este año: Bruce Springsteen, U2 y Guns N'Roses. Un notario levantó acta de ello en los dos últimos.Lidiamar y Las Lajas pudieron ejercer sus derechos excepto en los bares situados en los márgenes del terreno. Ignorando el compromiso firmado con ambas, el Atlético había llegado a un acuerdo con Dorna para la explotación de esos bares en los conciertos y ésta se la cedió a Explotaciones Velázquez. Lidiamar y Las Lajas entienden que su contrato es en exclusiva y, por tanto, que les corresponden todos los puntos de venta.

Como la demanda se presentó tras el segundo concierto y en el tercero se repitió el caso pese a contar con un auto judicial provisional exigiendo el cumplimiento del contrato hasta que se produjera una sentencia, Lidiamar y Las Lajas han remitido un escrito al Juzgado de Primera Instancia número 17 de Madrid solicitando la persecución penal del Atlético por un presunto delito de desacato.

En su reclamación, Lidiamar y Las Lajas presentaron tres contratos, con fechas 9 de mayo de 1990 y 30 de abril y 3 de mayo de 1993, en los cuales se especifica que el Atlético cede en exclusiva por 110 millones de pesetas, abonados en su totalidad, los derechos de explotación hostelera de su estadio hasta el 30 de junio de 1995. También, dos actas, firmadas por el notario José Grau Linares, en las que se relata que en los dos últimos conciertos Hostelerías Velázquez vendió bebidas desde varias barras de bar portátiles [algunas eran alcohólicas, práctica prohibida en estos acontecimientos].

José Redondo, el director de Explotaciones Velázquez, asegura que, de existir algún culpable, no es su empresa. "Nosotros", dice, "nos limitamos a cumplir un contrato que nos ofreció Dorna, a la que se lo había ofrecido el Atlético. Los tribunales son los que tienen que decidir qué contrato tiene validez". Hostelerías Velázquez recibió antes de la celebración del último concierto, el de Guns N'Roses (6 de julio), una notificación de la existencia del contrato en exclusiva del Atlético con Lidiamar y Las Lajas, así como del auto judicial mencionado. "Nosotros también tenemos un contrato firmado", justificó Romero.

Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con representantes de Atlético y de Doma para que dieran su versión del asunto.

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