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Eydelie admite que fue intermediario M Marsella para amañar un partido

Lo confesó todo. En la tarde de ayer, Jean-Jacques Eydelie, el defensa del Olímpico de Marsella (OM) encarcelado desde hace dos semanas, reconoció ante el juez de instrucción que él sirvió de intermediario en el intento de corrupción de tres jugadores del Valenciennes. Eydelie precisó que desempeñó, ese papel por encargo de Jean-Pierre Bernés, director general del OM y brazo derecho de Bernard Tapie. Era lo que la justicia, apoyada en los testimonios de los jugadores del Valenciennes, venía sosteniendo desde el comienzo de este culebrón. La confesión de Eydelle desmontó la estrategia de defensa de los marselleses.

El pasado viernes, Eydelie había vuelto a afirmar por enésima vez que él no sabía nada del asunto. En presencia del juez Bernard Befly, que instruye el caso, el jugador del OM sostuvo un careo con los tres jugadores del Valenciennes Glasman, Burruchaga y Robert.Como Bernès, también encarcelado, Eydelie todavía siguió negándolo todo el pasado viernes. El jugador marsellés se atuvo a la tesis de "un complot" sostenida por el club presidido por Bernard Tapie. Sin embargo, una vez terminado el careo y ya de regreso a la prisión, Eydelie supo que su esposa, Christinel interrogada en una comisaría, había desmentido sus declaraciones. Christine Eydelie confirmó que su marido fue el autor mate rial del intento de corrupción y añadió que Bernès se lo había pedido.

Intento de soborno

Eydelie se derrumbó. Decidió cambiar de abogado y pidió entrevistarse con el juez. El encuentro se celebró a primeras horas de la tarde de ayer. El jugador marsellés reconoció haber mentido hasta entonces. El OM, confesó, intentó sobornar a los tres jugadores del Valenciennes y consiguió que dos de ellos aceptaran la oferta. El partido, disputado en el estadio del Valenciennes, terminó con la victoria del OM. Los marselleses pudieron afrontar la final de la Copa de Europa frente al Milán AC con la seguridad de tener la Liga francesa en el bolsillo.

La confesión de Eydelie fue precedida de una carta enviada el sábado por el jugador del OM al juez de instrucción Bernard Beffy. El juez se presentó el domingo en la prisión donde está encarcelado Eydelie por "corrupción activa" y le preguntó si era el autor del texto y si estaba dispuesto a ratificarlo.

Eydelie es acusado por los tres jugadores del Valenciennes de haber enviado a la mujer de éste último, Marie Christine, unos cinco millones de pesetas para que "dejaran pasar" el partido de Liga que disputaron el Valenciennes y el OM el pasado 20 de mayo.

Al parecer, la transacción se llevó a cabo en el aparcamiento de un hotel, de Valenciennes el día anterior al partido y después de un acuerdo telefónico entre Eydelie y Bernès. Este último se encuentra igualmente detenido bajo la misma acusación que Eydelie.

Burruchaga y Robert, así como la mujer de éste, habían sido inculpados por "corrupción pasiva" y dejados en libertad. Por su parte, el alcalde de Valenciennes, Jean-Louis Borloo, fue escuchado ayer por el juez en calidad de testigo en el supuesto sobomo. Ex presidente del Valenciennes, Borloo había sido durante años uno de los abogados de Bemard Tapie, presidente del OM y ex ministro.

Un duro revés para la defensa

¿Confesará ahora Bernès? ¿Dirá que actuó por iniciativa propia o implicará a su patrón, Bemard Tapie? El OM, el primer equipo francés en posesión de la Copa de Europa, ¿Será enviado a la Segunda División? ¿Dónde se detendrá la operación pies limpios, conducida a tambor batiente por el fiscal de la república Eric de Montgolfier? El culebrón del OM entra en una fase en la que todo es posible.La confesión de Eydelie fue un duro golpe, quizá mortal, para la línea de defensa adoptada por el OM y su presidente. Apoyado hasta ahora en las firmes negativas de Eydelie y Bernès, Tapie, ex ministro y diputado socialista, aseguraba que este asunto era el fruto de una conspiración destinada a terminar con su vida de político, empresario y promotor deportivo. Tapie no nombraba al cerebro de la presunta conspiración, pero afirmaba que el fiscal De Montgolfier era su instrumento y que en la misma participaban políticos, dirigentes deportivos, magistrados y medios de comunicación.

Muy herido también por la actitud del líder socialista Michel Rocard, que se negó a verle la pasada semana, Tapie comparó su caso hace unos días con el de Pierre Bérégovoy, el ex primer ministro socialista que se suicidó porque su nombre había sido asociado a un escándalo de corrupción. Jean-Louis Borloo, alcalde de Valenciennes, declaró ayer. "Una especie de instinto me hace pensar que Tapie no está bien, que se siente perseguido y agredido".

Ahora, Tapie y el OM están acorralados. Dos de sus hombres, Eydelie y Bernès, están encarcelados por "corrupción activa". El primero ha confesado; el segundo puede hacerlo en cualquier momento. La justicia dispone ya de suficientes pruebas para demostrar que el campeón de Europa jugó sucio al menos en una ocasión. La cúpula del fútbol francés no puede practicar la política del avestruz. La operación pies limpios continúa.

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