La gran ocasión, perdida

ENVIADO ESPECIALLa consecución del objetivo básico, el quinto puesto y la clasificación para el próximo Campeonato del Mundo, no diluyó el mal sabor de boca con el que la selección española de baloncesto regresó ayer desde Múnich. Azofra es concluyente: "Nos sentimos un poco defraudados. Se podía haber logrado perfectamente la medalla de oro del Campeonato de Europa". No, ni la primera plaza, imposible para España en sus 19 participaciones, ni siquiera el sitio más humilde del podio. Un tren que se escapó cuando había un vacío de poder propiciado por las ausencias y el discreto nivel de Croacia, la gran favorita.

"No debimos ser los quintos. Debimos estar más arriba", proclama el seleccionador, Lolo Saniz. Argumentos: "Hemos fallado un minuto y eso nos privó de estar en las semifinales. Pero hemos dado una buena imagen. Hemos luchado, hemos sido profesionales y fiemos ido mejorando algunos matices como la defensa y el rebote ofensivo". ¿Qué ha sucedido entonces?: "Hemos fallado en un defecto clásico del baloncesto español: la precipitación. Hemos acusado una gran responsabilidad, lo que tal vez nos haya llevado en ocasiones al miedo psico lógico. Acaso debimos actuar con más imaginación, con mayor alegría". Causas: "Quizá, y no acuso a nadie con esto, ya que he sido entrenador de club hasta ahora, no les damos a los jugadores la libertad que necesitan para exprimir al máximo sus calidades. Además, concedemos mucha más importancia en nuestra Liga al extranjero que al nacional".

Epi constata: "Lo importante es el poso que hemos dejado. Eso va a quedar". Martín coincide y agrega: "Nuestro baloncesto es más importante de lo que los resultados indican". Villacampa advierte: "Hay que seguir en esta línea. Los triunfos tienen que llegar". Crespo se lamenta: "Alemania ha perdido tres partidos y ha sido la campeona. Podíamos haber optado, sin duda, al éxito absoluto".

Villacampa no está de acuerdo sobre la falta de respuestas de los españoles en los instantes decisivos: "No me parece que nos falte carácter por haber fallado algún tiro libre en un momento crítico. No podemos meter en el mismo bombo todas las derrotas de los clubes españoles y las de la selección. Los croatas, los griegos y los italianos también han fallado en segundos cruciales y no por ello se les achaca este defecto".