Delgado: "Los ha pasado por la piedra"
Volvieron las exclamaciones, los gestos de asombro, los resoplidos de estupefacción. Como en Luxemburgo, como en Milán, como en todos sitios desde hace tres años, los rivales de Induráin recibieron con resignación la nueva exhibición del jefe. El más feliz, Zülle, segundo a ocho segundos del navarro. Los otros, tranquilos, acostumbrados a lo de siempre. Pedro Delgado olvidé su mal debú con una risotada: "Los ha pasado a todos por la piedra. Con Miguel, todo lo que se diga es poco. La contrarreloj por equipos la va a correr él solo".Y él, el líder, tranquilo, con el discurso habitual: "De golpe psicológico nada. He salido despacio, porque a mí me cuesta coger el ritmo, pero a partir del repecho he ido a tope. Ahí ha sido donde he cogido más diferencia. Ha sido una prólogo que ha marcado más diferencias de las esperadas, sobre todo porque era muy corta", comentó Induráin. El jersey amarillo, según dijo, es un regalo agradable pero sin importancia: "Si se puede, se intentará mantener, pero sin hipotecar el trabajo del equipo. Hay muchos corredores que se juegan mucho esta semana e intentarán agarrar el liderato. Si se puede, se mantendrá, pero sin ir a tope. Nuestro objetivo es París".
Zülle también espantó responsabilidades: "No quiero ni oír hablar del podio. Mi objetivo es acabar las tres semanas". Breukink probó la nueva bicicleta diseñada por Lotus y Look, y acabó a 26 segundos del navarro. "Ha acusado un poco la caída de ayer. Esta mañana tenía molestias", comentó Manolo Saiz, su director deportivo. "Miguel trae el ritmo del Giro, ese punto más de sufrimiento que los que sólo vienen con entrenamientos tienen que adquirir. Estoy muy satisfecho de Zülle y de Breukink".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.