Alemania pondrá a prueba el nivel de España

O todo o nada. Algo exagerada pero esa es la apreciación que flota en el ambiente de la selección española ante el partido de cuartos de final del Campeonato de Europa de baloncesto que afronta hoy en Múnich (19.00, La2) ante Alemania. Ganarlo será entrar en la lucha por las medallas; perderlo pondrá como tope el quinto puesto. Las cinco victo anteriores y la buena imagen ofrecida ta ahora están a expensas de la reválida. El resto de partidos de cuartos de final son Grecia-Francia (13.30), Croacia-Bosnia (21.00) y Rusia-Estonia (15.30).

Antonio Martín calibra las posibilidades ante la prueba crucial de hoy: "Si tenemos un buen día, si jugamos bien, a nuestro nivel, tenemos las de ganar. Pero los alemanes tienen un equipo con una gran media de altura y todos sus jugadores, a diferencia de antes, poseen recursos técnicos. Si no conseguimos hacerles daño en sus puntos débiles son capaces de ganamos por 20 punto?. Es el doble filo de la navaja sobre el que España debe hacer hoy equilibrios.

Lolo Sainz espera que sus pupilos lleguen al partido con la lección aprendida. La mala resolución del último minuto contra Grecia - única derrota de España- y la precipitación son los aspectos que desea que se mejoren. "No puede volver a pasar como contra. Grecia. La última jugada estaba ensayada para que el balón pasara por las manos de tres jugadores y no se hizo así. Es sólo un ejemplo de detalles que no pueden volver a fallar", indica Sairiz.

Un mal recuerdo

El antecedente más próximo no es de grato recuerdo. En los últimos Juegos Olímpicos, Alemania derrotó a España por 83-74. Pese a todo, los jugadores españoles comparten la opinión de Ferrán: "Los alemanes siempre se nos han dado bien. Practican un juego muy ortodoxo. Si han quedado cuartos en su grupo es por algo. Ser los anfitriones puede ser un arma de doble filo, puede ser un aspecto que se vuelva contra ello?.

La preparación del equipo español avanza tanto en la cancha como en el vestuario. Sainz, por ejemplo, habló con Ferrán tras el segundo partido del campeonato para exponerle que si no le alineó más que unos minutos fue por aspectos meramente tácticos, porque los rivales jugaban con falsos pivots. Ayer, el seleccionador hizo un nuevo aparte, esta vez con Herreros, que ha venido actuando por debajo de sus posibilidades. "Es muy importante para el equipo y no le voy a retirar mi confianza de ninguna de las maneras. Todo lo contrario", resumió el seleccionador.

El camino de Alemania hasta los cuartos de final ha estado repleto de baches. Ha ganado tres de los seis partidos que ha disputado. Sus victorias han sido ante Turquía (77-64), Bélgica (93-64) y Eslovenia (79-57).-Las derrotas las ha cosechado ante Croacia (70-63), Estonia (113-103) y Francia (64-56). La baja por lesión de su figura, Detlef Schrempf, jugador de Indiana Pacers en la NBA, le ha restado potencial. Tampoco puede contar con el pivot Uwe Blab, sumido en un contencioso para rescindir el contrato con su actual club, el Alba de Berlín.

El alero Harnisch es su máximo anotador con un promedio de 15 puntos. Es el jugador alemán más temido por Sairíz por su versatilidad y capacidad para penetrar, ayudar en el rebote asistir o tirar tanto desde dentro como desde fuera. Welp y Gnad son sus valedores dentro de la zona Jaeckel es muy peligroso en el rebote ofensivo y posee un tiro estimable, faceta en la que también destaca Koch. El gran problema de Alemania es que en muchas ocasiones no sabe leer los partidos. En el puesto de base se ha asentado Numberger. Su labor anotadora es muy estimable, con unos 10 puntos de promedio, pero está por ver si es capaz de dar el ritmo necesario a los suyos y lograr un equilibrio entre juego exterior y juego interior. La intensidad y acierto defensivo es otro de los aspectos en el que los alemanes, cuyo seleccionador es el serbio Svetislav Pesic, se han mostrado muy irregulares.

El principal punto débil de esta selección radica en su tendencia a perder los papeles ante un marcador claramente en contra. Y ese será el primer punto sobre el que incidirán los españoles. Los alemanes olvidan su ortodoxia cuando necesitan recuperar terreno.

La importancia del choque es indudable. Si España gana habrá conseguido el objetivo mínimo: ser uno de los cinco primeros y tener acceso directo al Mundial de Toronto en 1994. Además, tendrá acceso a competir con una medalla; en primera instancia (la semifinal) ante el ganador del Grecia-Francia. Los españoles son conscientes de que con el mínimo asegurado su moral será muy elevada.

Por el contrario, perder significa un duro varapalo. Y, como no, desenterrar el fantasma de Angola. El valor práctico de la luna de miel que los jugadores dicen disfrutar con Lolo Sainz quedará en entredicho: el resultado final no diferirá demasiado de los obtenidos durante la etapa de Díaz Miguel.