Los Suns volvieron a sorprender a los Bulls
Los Bulls no pudieron bajar el telón en Chicago el viernes por la noche. El Phoenix Suns, un equipo sumamente elástico y con más vidas que un gato, volvió a sorprender en la garita de Michael Jordan. Jordan mismo había pronosticado el tricampeonato y todo el mundo aceptó su palabra como hecho. Los comerciantes de la ciudad taparon sus escaparates con madera contrachapada para protegerse en caso de disturbios. "No había nada para comprar en las tiendas. Parecía que estaba de nuevo en mi viejo barrio", dijo Charles Barkley.Nadie se dignó en consultar con el gordo y los Suns. Ese fue el gran error. Los obreros del estadio cometieron un insulto mayor al amontonar maderas detrás del banquillo de Phoenix para construir un podio después del partido. La madera de un tricampeón se convirtió en un garrote para su rival y el resultado fue una victoria convincente. Se salvaron los Suns, al igual que la ciudad de Chicago. "Pueden quitar esa madera contrachapada", declaró Barkley. "No habrá disturbio alguno esta noche".
La final cambia de sede y de una manera u otra finalizará en Phoenix. Aunque el factor de casa no ha sido decisivo hasta el momento y los Suns todavía pierden la serie por tres partidos a dos, el equipo ha recuperado la iniciativa y su confianza. El juego de Chicago se ha convertido en un monólogo de Jordan, quien sumó 41 puntos, 40 más que su compañero de equipo, el alero Horace Grant. "El peor partido de mi vida", afirmó.
Ni ritmo ni fuerza
El Chicago nunca impuso su fuerza interior y tampoco pudo encontrar un ritmo propio. "Nos faltaron fuerzas", opinó Jordan. Los Suns también cerraron todos los caminos de la canasta y obligaron a que Jordan los castigara a distancia. Fue una estrategia sencilla, pero brillante. El Phoenix se puso arriba en el marcador por 15-31, en el primer tiempo y supo responder cuando los Bulls recuperaron la ventaja brevemente en el segundo periodo. El resultado nunca estuvo en duda, ni siquiera en los momentos críticos. Jordan marcó una canasta para un parcial de 92-99, cuando quedaban 2.02 minutos y el base Kevin Johnson contestó con una jugada de tres puntos el lance final que acabó con los toros.Queda.por ver quién tiene la última palabra. "Es nuestro destino ganar el título", declaró Barkley. "No cabe duda alguna. Lo he creído durante todo el año. Es la voluntad de Dios. Lo sé porque él mismo me lo ha dicho", agregó. Por su parte Jordan declaró que Barkley sólo decía tonterías. "Está claro que ambos leemos biblias distintas", dijo. "Pero ganen o pierdan los Suns, el club que más victorias sumó durante la temporada regular, ha demostrado su categoría". Era nuestra meta salvar a Chicago. No queríamos que se quemara", declaró el entrenador Paul Westphal. "Nos gusta mucho Chicago. Queríamos compensarles por su hospitalidad. Ahora regresamos a casa. Si no podemos ganar dos partidos en Phoenix no merecemos ser campeones".
