_
_
_
_
_

Jesús Quintero: "Pueden emitir mi programa cuando quieran"

El programa de entrevistas de Jesús Quintero La boca del lobo, uno de los más innovadores en su género, ha sido relegado en la programación de Antena 3 a las madrugadas de los sábados (2.00 horas). El periodista andaluz acepta este destierro horario con una mezcla de resignación, indiferencia y protesta discreta: "Mi misión termina en hacer un programa y mandarlo a Madrid. Ellos lo emitirán cuando quieran. Es el mejor programa que he hecho, y pensaba que iba a ir por otro lado y de otra manera", declaró a este diario.

En el programa -una hora de entrevistas en un tono intimista, rodadas en cine por el director Gonzalo Suárez, lo que permite jugar con una iluminación expresionista- han estado, en plena campaña electoral, Felipe González y José María Aznar. Para estas dos entrevistas de gala, el programa se adelantó a las diez de la noche. La boca del lobo arrancó los lunes a las 23.30, tras Noche, noche, el programa. estelar de Emilio Aragón. Quintero, que trabajó anteriormente para Radio Nacional de España con el programa El loco de la colina y para TVE con El perro verde, afirma que no ha intervenido para nada en el cambio de horario que ha sufrido su actual espacio. "Me habían prometido un espacio de prime time (horario de máxima audiencia), pero las cadenas sugieren una televisión de calidad y luego te ponen cosas que no hay quien vea", afirma. Por La boca del lobo ha desfilado un variopinto abanico de personalidades, industriales, cómicos, empleados, toreros, políticos, delincuentes, periodistas, a los que Quintero ha interrogado en un decorado que recordaba vagamente al escenario de un detective privado de ficción. El periodista asegura que no va a cambiar en nada el estilo de su programa, del que quedan por emitir ocho o diez entregas: "Jamás me sentaré a hacer un programa para que tenga éxito. Eso lo hice cuando tenía 20 años, ahora que me dejen tranquilito en mi tierra".Pese a que el éxito se mide por las audiencias, Quintero no está inquieto. "Estoy acostumbrado, hice El perro verde y al día siguiente de recoger el Premio Ondas me quedé sin trabajo. Y después de 60 premios, así es como te tratan". Su programa tuvo al comienzo una cuota de audiencia de un 18%, lo que no es despreciable en su franja horaria. "Hay como una especie de orgullo íntimo que me dice que me vaya, pero ya no vale la pena, esperaremos tiempos mejores", añade el periodista.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_