Nuevo semanas y media de pasión
La Copa América comienza como aperitivo del Mundial de EE UU
La selección anfitriona, la de Ecuador, se enfrenta esta madrugada a la de Venezuela en el partido inaugural de la trigésimosexta edición de la Copa América. En el torneo, que culminará el próximo día 4 de julio en Guayaquil, la novedad es el debú en la competición de las selecciones de México y de los Estados Unidos. El partido entre Ecuador y Venezuela significa una bajada de bandera para nueve semanas y media de pasiones. Tras la Copa América habrá un respiro de cuatro semanas antes del inicio de una fase clasificatoria para el Mundial 94.
Un calendario tan cargado representa un frenético retorno a la actividad para países como Bolivia, Chile, Paraguay y Venezuela, que no disputaron partidos a lo largo de 1992, y para Perú y Colombia, que jugaron una y dos veces respectivamente. Pese a algunos recientes partidos de preparación, su momento de forma es una incógnita.Tampoco hay excesivas ganas de descubrir cartas en las primeras partidas. Ecuador, Uruguay y Venezuela, que comparten el Grupo A de la Copa América con los estadounidenses, se verán después en el Grupo B del Mundial. Argentina y Colombia, vecinos de México y Bolivia en el Grupo C, serán duros rivales, semanas después, en un Grupo A donde sólo el campeón tendrá asegurada su puesto en EE UU.
La presencia de México y EE UU, dos países ya clasificados para el Mundial del año que viene, evita, sin embargo, el exceso de encuentros repetitivos entre las 10 selecciones que componen la Confederación Suramericana. Un reciente acuerdo permite la participación del campeón de la zona CONCACAF y otro país invitado, esta vez la selección estadounidense de Bora Milutinovic, ansiosa de llevar a cabo un rodaje que le permita una aceptable carrera en su propio Mundial. Llega a Ecuador avalada por dignas derrotas frente a Alemania (3-4) y Brasil (0-2) más una épica victoria por 2-0 sobre Inglaterra.
La tranquilidad
La selección mexicana de Mejía Barón podría jugar con la tranquilidad otorgada por la clasificación ya obtenida. Pero las tensiones internas siguen levantando olas en la selección apartada del Mundial de Italia por las trampas de algunos de sus dirigentes.La incorporación de las dos selecciones forasteras ha provocado otro cambio de formato. Hace dos años, en Chile, la segunda fase se desarrolló en forma de liguilla. Esta vez los 12 participantes se reparten en tres grupos de cuatro donde sólo los colistas y el peor tercero serán eliminados. Los ocho supervivientes disputarán los cuartos de final y semifinales a partido único.
Los favoritos son los de siempre. La selección brasileña, pese a un historial de cuatro Copas que dista mucho de las 13 de Argentina y Uruguay, parece haber recuperado su personalidad bajo el mandos de Carlos Alberto Parreira, aunque el anuncio de que Brasil he decidido volver a sus orígenes se ha convertido en uno de los tópicos del fútbol moderno.
Parreira, que no tendrá a Julio César, mantiene su fe en algunos hombres que han brillado poco en Italia, corno el portero Taffarel, el defensa Branco y el centrocampista Dunga.
El seleccionador argentino Alfio Basile se apoya en el grupo que venció por 3-2 a Brasil hace dos años para asegurarse la última edición de la Copa América y que sigue sin conocer la derrota desde el debú de Basile frente a Hungría en febrero de 1991. A la ausencia de Maradona se une la del sancionado Caniggia. Así, la conexión con la selección subcampeona de Italia 90 queda prácticamente reducida al ex madridista Ruggeri, ahora en el América de México. Los españoles Redondo, Franco y Simeone se juntan a los italianos Batistuta y Rodríguez.
Sus rivales son una incógnita. Colombia fue la gran revelación de 1991 a través de Valenciano y Asprilla, fracasado y triunfador respectivamente en sus emigraciones italianas al Atalanta y al Parma.
Ecuador, como anfitrión, puede progresar en el grupo más asequible frente a Uruguay, Venezuela y los EE UU. Astutamente dirigido por Dusan Draskovic, fue una de las agradables sorpresas de 1991, pero en 1992 no ganó ninguno de sus cinco partidos.
Los ojeadores europeos buscarán materia prima en un Grupo B donde Paraguay, Chile y Perú sacan equipos del congelador para calentar a Brasil. En el Grupo C, México parte con la ventaja de estar mucho más rodado tras la disputa de las dos rondas de clasificación para el Mundial. El interés español puede desviarse hacia un apoyo a la selección boliviana donde Xabier Azcargorta realiza su debú en competición oficial.
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