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Torres reconoce ante la Comisión de Valores unas pérdidas de 197.000 millones en 1991 y 1992

Los actuales responsables del Grupo Torras, cabecera de Kuwait Investment Office (KIO), volvieron a lanzar ayer un nuevo ataque a sus antecesores en la responsabilidad de la gestión del grupo, encabezados por el financiero Javier de la Rosa. El Grupo Torras difundió el informe sobre el balance definitivo enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que reconoce unas pérdidas de 197.552 millones de pesetas en los ejercicios de 1991 y 1992. Los responsables actuales de Torras tienen interpuestas querellas en el Reino Unido y en España, aunque en este último caso está pendiente de la decisión de la Audiencia Nacional tras haberla rechazado el juez de delitos monetarios, Miguel Moreiras.

Las cuentas deberán ser aprobadas por la junta general de accionistas que está prevista para este mes. El balance no coincide con el presentado ante el Juzgado para el expediente de la suspensión de pagos ni con las anteriores entregadas en la CNMV. En principio, se habían anunciado beneficios de 2.875 millones y, posteriormente, las pérdidas en 1991 se elevaron a 45.000 millones con datos auditados por Coopers and Lybrand. Sin embargo, en esas cuentas no se observaban las provisiones ni las pérdidas contra reservas. Este informe, según la propia entidad, parece definitivo.Del total de las pérdidas reconocidas, 44.439 millones de pesetas corresponden a 1991, año en el que más de 103.000 millones fueron cargados contra reservas del grupo y 55.068 millones se destinaron a provisiones para préstamos fallidos del. ejercicio de 1991. "La suma de todas esas cantidades, significa que el anterior equipo de gestión del Grupo Torras dejó un saldo negativo de 202.507 millones de pesetas al finalizar el ejercicio de 1991", según el comunicado difundido ayer por los actuales responsables de esta entidad.

La mencionada cantidad contrasta con los 2.875 millones de pesetas de beneficios que el grupo había presentado en la propia Comisión de Valores correspondiente a ese ejercicio. Las cifras nunca fueron aprobadas por la junta general de accionistas, recuerda el comunicado.

En 1992, año en el que se produjo el relevo en la gestión del, grupo (en el mes de mayo), las pérdidas totales fueron de 153.112 millones de pesetas. De esa cantidad, 55.068 millones corresponden a provisiones por autopréstamos fallidos otorgados a empresas de las que, directa o indirectamente, son propietarios algunos gestores del anterior equipo. La diferencia en pérdidas reales del ejercicio de 1992 quedó así fijada en 98.064 millones de pesetas.

Patrimonio negativo

Los responsables del grupo, arremeten contra los anteriores gestores, aunque han preferido hacerlo a través de un comunicado y no pudieron ser localizados en la jornada dominguera electoral de ayer. No obstante, recalcan que las importantes pérdidas que arroja Grupo Torras durante 1991 y 1992 se deben a la gestión realizada por el anterior equipo responsable del grupo".

La evolución de los fondos propios del Grupo Torras que se recoge en las nuevas cuentas enviadas a la CNMV indica que mientras a 31 de diciembre de 1990 éstos eran de 151.338 millones de pesetas, dos años después se reducen hasta una cifra negativa de 141.834 millones. Es decir, 293.000 millones de pesetas de caída en dos años.

Las pérdidas por autopréstamos del grupo a empresas instrumentales de anteriores gestores suponen una de las principales partidas del pasivo acumulado en los dos años mencionados de estas empresas, dotadas en algunos casos con un capital no superior a 500.000 pesetas. Estas empresas recibieron préstamos de Grupo Torras por valor de 73.200 millones de pesetas (principal más intereses, a fecha de 31 de diciembre). Esta circunstancia obligó, según el comunicado, aprovisionar los 55.068 millones en 1992.

También acusa Torras a sus anteriores gestores de "liquidar las reservas del grupo". Mientras en 1990, las reservas eran de 137.518 millones de pesetas, en 1991 habían descendido a 34.176 millones y en 1992 eran negativas por un valor de 10.264 millones. A la vista de estas cifras, la entidad presentaba un patrimonio neto negativo de 141.834 millones de pesetas. Por otro lado, mantiene una deuda a largo plazo de 175.441 millones y a corto de 48.429 millones. Del total, la deuda con el principal accionista -el grupo KIO- es de 179.530 millones.

La caída del valor de las inversiones es otra de las consecuencias de la anterior gestión, según el comunicado. Según KIO, de los cerca de 500.000 millones de pesetas (471.000 millones) invertidos, el valor neto de las inversiones del grupo a diciembre de 1992 se ha quedado reducido a 73.324 millones. En este valor se incluyen participaciones en empresas del grupo y asociadas y créditos.

Tampoco pudieron ser localizados ayer representantes del anterior equipo gestor, aunque su principal representante, Javier de la Rosa, había respondido a los ataques lanzados por KIO contra él con acusaciones de provocar fuertes pérdidas.

Mientras tanto, el Grupo Torras continúa su proceso de venta de sus empresas, aunque de momento sólo ha conseguido hacerlo con Río Tinto Minera (RTM), vendida a la estadounidense Freeport Mac Moran, y algunas sociedades menores. Recientemente, se ha acordado crear una sociedad para quedarse con el grupo de fertilizantes FESA-Enfersa, englobado en Ercros y en suspensión de pagos, al igual que Ercros y que Torras. En esta sociedad participaría la firma marroquí Office Cherifien des Phosphates (OCP), uno de sus principales acreedores.

[El trabajador del grupo FESA-Enfersa en Cartagena, Antonio García Heredia, que el jueves sufrió un infarto cuando se encontraba encerrado en la fábrica, se encuentra en estado crítico, informa Europa Press].

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