Bruguera y Arantxa pasaron como un huracán por la central
Huracán español en la central de París. Sergi Bruguera y Arantxa Sánchez conmocionaron Roland Garros con dos resultados devastadores. Bruguera ridiculizó el apellido de Thierry Champion (Francia, 172º) en sólo una hora con un triple 6-0, un marcador que sólo se había producido cuatro veces en un torneo del Grand Slam desde que se inició la era open (1968). Arantxa necesitó dos minutos más para vapulear a Naoko Sawamatsu (Japón, 20º) con un resultado similar: 6-0 y 6-0.
Los servicios meteorológicos habían anunciado lluvia, no vendavales, para una jornada que resultó particularmente aciaga para el orgullo local ' Stephane Huet, el héroe inesperado, el verdugo de Lendl, cayó lamentablemente ante otro descamisado de la previa, Fernando Meligeni (Brasil, 167º), por 7-6, 6-4 y 6-1.El trabajo de Bruguera tuvo un estilo quirúrgico. Fue conciso, medido, de cirujano. Pocas veces se ha visto al catalán tan concentrado, tan implacable, tan soberbio. En su raqueta la bola parecía un misil. En la de Champion, un pestiño. Bruguera lo metió todo. Champion no metió ni miedo. El primer set duró 17 minutos. Ni las chicas van tan rápido. leñazo por aquí, trancazo por allá, del derecho y del revés, cortado o liftado, de dejada o de bola pasada, como fuera. Y Champion, aplastado contra la pared. Cinco tristes puntos ganados fueron todo el patrimonio del francés en esa manga. La segunda consumió 24 minutos. La tercera, 19. Una hora completa en el infierno para el francés. Para el español, un paseo por la gloria.
La victoria de Arantxa fue consecuencia del monopolio femenino que, ella y cuatro más imponen en el circuito. La española solventó con una efectividad inesperada su compromiso de segunda ronda contra la 20a mejor tenista del mundo, la japonesa Sawamatsu. Tampoco la española había logrado antes en Roland Garros un marcador tan rotundo. Sawarnatsu ganó el pasado domingo en Estrasburgo el tercer título de su carrera. A pesar de ello, Sánchez sólo cedió nueve puntos con su servicio, cinco de ellos en el último juego cuando, ya relajada y segura de la victoria, tuvo prisa por ganar. "Ha sido una gran victoria. Siempre me encuentro muy cómoda jugando en la central, pero hoy más que nunca. Aquí la gente me quiere y yo lo noto cuando juego", manifestó.
En lugar de revolcarse en los guiños cómplices que brotaron a su alrededor, Bruguera y Arantxa optaron por la serenidad y advirtieron del peligro que entrañan sus próximos compromisos. Bruguera se enfrentará al pegajoso Magnus Larsson (Suecia, 59º) y Arantxa, a Laura Meshki (Georgia, 30ª), la única situada entre las cincuenta mejores del mundo que le queda en su camino hasta los cuartos de final.
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