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120 millones de seguidores despiden hoy a 'Cheers' tras once años en pantalla

Hace unas semanas las cámaras de televisión del Madison Square Garden de Nueva York enfocaron entre el público de un partido de los Knicks a George Wendt, el actor que hace el papel de Norm en la serie Cheers. Inmediatamente, todo el estadio se levantó de sus asientos y empezó a entonar iiiNoorm, Noorm!!!. Hasta que el gordo pelirrojo levantó su vaso de cerveza brindó por todos los aplausos no cesaron. Esta noche, Norm y el resto de los personajes de Cheers se despiden tras once años en antena. La NBC estima que 120 millones de espectadores despedirán a este puñado de perdedores.

La serie ha recorrido un largo camino desde que comenzó ocupando el puesto 75 de las listas de audiencia cuando salió al aire en 1982. Cuando cierre esta noche contará en su haber con la nominación para 111 Emmys y con 26 de estas estatuillas equivalentes de los oscars de la televisión. El último episodio, La última Ronda, se ha preparado con el detalle que merece un acontecimiento histórico. Los informativos conectarán intermitentemente con el bar de Boston sobre el que está basada la serie, aunque en realidad Cheers se graba en un estudio de California. Se esperan muchas lágrimas y hondas despedidas al brindis de cerveza. La vulnerable Kristy Allen, que protagoniza a Rebecca, lleva llorando en cada una de las entrevistas que se le hacen desde hace semanas.El único que se muestra razonablemente satisfecho por el desenlace Final es Ted Danson (Sam Malone). El actor, que acaba de divorciarse de su mujer tras 16 años de matrimonio, necesitaba un respiro, aunque ello suponga dejar de percibir las 450.000 dólares que cobraba por episodio (más de 12 millones de dólares al año). Danson, que acaba de iniciar una relación con la actriz Whoopie Goldberg, ya no tendrá que utilizar su peluquín por exigencias del guión ni teñirse el pelo cada día de rodaje. En la memoria colectiva queda la frase de su personaje cuando reconoce: "Lo más cerca que he estado de decirle que no a una mujer ha sido: Ahora no, estamos aterrizando".

Woody Harrelson (Woody Boyd), el camarero ingenuo al que le duele la cabeza cada vez que tiene una idea lógica, piensa proseguir con su carrera en el cine y el teatro. Su última película junto con Demi Moore y Robert Refford, Indecent Proposal, ha sido un éxito y lleva meses compaginando su nueva paternidad y su trabajo en televisión con la dirección de una obra de teatro que el mismo protagoniza.

"Toda mi vida he elegido al hombre equivocado, el sitio incorrecto y el control de natalidad inadecuado", dijo en uno de los capítulos Carla Tortelli, la camarera de humor amargo y cruel.

Secretismo

El guión del último capítulo ha estado rodeado por todo el secretismo que merece tanta expectación. Aunque en un principio se especuló con que el presidente Bill Clinton, uno de los millones de fan de la serie en Estados Unidos, haría una aparición sorpresa todo apunta a que no pudo encontrar un hueco en su agenda para acudir a los estudios.A pesar de la discrección del director James Burrows y su equipo, se espera que en este capítulo el camarero Woody sea elegido como concejal del Ayuntamiento; que Rebecca siga encontrarido aventuras en su despiadada carrera por casarse con un hombre rico y que vuelva a reaparecer Diana Chambers (Shelley Long), la perfeccionista intelectual que no pudo casarse con Sam Malone porque le pare cía demasiado simple.

El actor que interpreta a Norm, que ha sido calificado como el intérprete más gracioso -desde Oliver Hardy, ha quitado méritos a su trabajo en la popular serie, que le ha proporcionado un contrato millonario para anunciar una marca de cerveza: "En realidad para hacer mi papel en Cheers sólo hacía falta ser un buen bebedor que supiera sentarse en un taburete".

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