Mujeres al borde de un ataque de nervios
22.45 / La 2España, 1988 (85 minutos). Dirección y guión: Pedro Almodóvar. Intérpretes: Carmen Maura, Antonio Banderas, María Barranco, Julieta Serrano, Rossy de Palma. Comedia.El ciclo que La 2 ha dedicado al director Pedro Almodóvar ha servido, entre otras cosas, para confirmar que todos los guiones del manchego responden a una misma fórmula, válida incluso para la película de esta noche: el enredo comienza con una serie de personajes curiosos, estrafalarios, incluso originales. Poco a poco, descubrimos que todos tienen algo en común: pasiones, vínculos familiares... Y, finalmente, acaban en una persecución trepidante. Para animar la cosa, se aliña todo con un relato paralelo que aburre a las ovejas (suelen ser, curiosamente, argumentos de inspiraciones policiacas). Esta fórmula alcanzó su punto más estilizado en esta cinta, homenaje más o menos encubierto a la alta comedia y a las películas de Doris Day, eso sí, con un punto intelectual para contentar la conciencia de los críticos y herederos de la movida. Sin la presencia de Carmen Maura y la fotografía de José Luis Alcaine no podría concebirse el boom de Mujeres al borde de un ataque de nervios, comedia que presenta a una chica con pendientes de cafetera y debilidad por los chiítas (María Barranco), una portera testigo de Jehová que suspira por que la dejen mentir (Chus Lampreave), un taxista a bordo del coche mejor dotado de la galaxia (Guillermo Montesinos), una bebedora de gazpacho con perfil picassiano (Rossy de Palma), un tartamudo con corte de pelo a lo Rock Hudson (Antonio Banderas), un doblador que no da la cara ni por casualidad (Fernando Guillén), una abogada feminista empeñada en meterle un paquete a la clientela (Kiti Manver), una chalada atrapada en el mayo del 68 (Julieta Serrano) y, cómo no, la desgarrada enamorada, abandonada y colgada del contestador automático (la Maura, impresionante total). A los buscadores de curiosidades les dejamos adivinar de dónde sale el chico de la Telefónica. Nominada al Oscar, se quedó sin estatuilla, pero al público le dio igual. De lo más simpática.
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