Pujol tendrá un protagonismo similar al de Roca en la campaña electoral
El protagonismo de la campaña electoral de Convèrgencia Democrática de Catalunya (CDC) estará compartido por el presidente de la Generalitat y del partido, Jordi Pujol, y por el secretario general, Miquel Roca, al haber expresado el primero su deseo de participar activamente en la misma. La decisión de Pujol, comunicada ya al equipo que está confeccionando la campaña, obedece a un deseo de no querer estar al margen del mensaje que ofrecerán los nacionalistas máxime después de la crisis interna que vivió el partido el pasado invierno aplazada públicamente por la inminencia de las elecciones generales.Aunque CiU no tiene decidido su lema de la campaña electoral, los mensajes públicos de las últimas fechas giran alrededor de la importancia de los nacionalistas en el mapa político que se configurará tras los comicios "en el que ningún partido tendrá la mayoría absoluta". Esta idea es capital para CiU, preocupada por la bipolarización de las elecciones entre el PSOE y el PP y porque el previsible crecimiento de los conservadores -las encuestas les pronostican que pueden llegar a doblar en Cataluña sus actuales cuatro diputados- se llegue a hacer a costa de los nacionalistas.
Otra de las ideas básicas de la campaña de CiU será el insistir en que los nacionalistas están abiertos a cualquier acuerdo postelectoral y que no están casados con nadie. "Ni con el PSOE ni con el PP", afirma tozudamente Pujol para equilibrar la impresión existente de que ha habido durante la última legislatura una estrecha colaboración entre ellos y los socialistas. La campaña de Unió Democrática (UDC), el socio electoral de CDC, buscará proyectar a su líder Josep Antoni Duran Lleida, que renuncia a seguir como diputado para dedicarse. a la proyección del partido.
Reducir gastos
Los nacionalistas no tienen aún un presupuesto de campaña pero la semana próxima se reunirá el secretario de Organización de CDC, Enric Renau, con el de los socialistas catalanes, Josep Maria Sala, para tratar de alcanzar algún acuerdo que permita rebajar los costes de la campaña. En principio hay acuerdo para no colgar pancartas en Barcelona, Gerona y Lérida e instalar banderolas tan sólo en determinadas zonas de las ciudades y colocar carteles en los pirulís municipales. También reducirán la publicidad en los medios de comunicación. La intención de convergentes y socialistas es extender el acuerdo al resto de partidos catalanes.
El equipo de campaña confía poder realizar una demostración de fuerza y de capacidad organizativa similar al de las autonómicas de 1992 en que cerró la campaña con un acto multitudinario en el Palau de Sant Jordi al que asistieron alrededor de 20.000 personas.
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