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Entrevista:

"Insulta a los votantes el que predica ética y practica corrupcion"

Pregunta. El XI Congreso del partido fue un éxito de organización y de imagen. ¿Ha servido para algo más?Respuesta. Al PP se le percibe ahora como partido ganador, de gobierno. Se han roto los frenos ante la opinión pública y todas las encuestas muestran que podemos ganar las elecciones. Dentro, se ha acentuado el rigor y la exigencia.

P. Tras el vuelco electoral en Francia se podría argumentar que los socialistas representan una cosa parecida allí y aquí, pero la. derecha es distinta. ¿No arrastran ustedes el estigma del franquismo?

R. Eso es propaganda que sólo cala en sectores muy concretos, cada vez más reducidos. Revivir los fantasmas del pasado sólo interesa a los seguidores de las batallitas del abuelo.

P. El PP ejerce desde el año pasado una fuerte presión en torno a la corrupción. ¿No temen que se pueda volver contra ustedes como un bumerán?

R. El debate no lo ha inventado ni lo ha escogido el PP, eso debe quedar claro. El problema lo han creado los modos y maneras de gobernar de los socialistas, se ha agravado por la pasividad -que ha generado el clima de impunidad- y se ha agriado por el empecinamiento del PSIDE en negar la evidencia y en tratar de trasladar la responsabilidad a los demás, el PP o los medios de comunicación. Lo grave hubiera sido que miráramos a otra parte y nos pusiéramos a silbar.

P. La pregunta era si la presión del PP puede acabar volviéndose contra él.

R. El que cumple con su deber no tiene que temer nada. Los que tienen que temer son los que han actuado al margen del Estado de derecho y la Constitución. Están dando un espectáculo lamentable, dedicados a la descalificación y a la huidia de sus responsabilidades. El actierdo que ha tomado el PSOE sobre Filesa es no tomar ningún acuerdo y emprender la huida hacia delante, mediante la disolución de las Cortes. El partido socialista se ha convertido en cómplice y titular de la máxima responsabilidad en el caso Filesa. Lo que garantiza a la sociedad que no hay responsabilidad colectiva es la voluntad de afrontar las responsabilidades individuales. Cuando no se quiere, se traslada la responsabilidad al colectivo.

P. ¿No corren el riesgo de que se les echen encima los ocho millones de votantes del PSOE de 1989 cuando relacionan Filesa y la reelección de González?

R. Pero es que si llegamos a la conclusión de que las elecciones se ganan sin medios, que nos cedan todos los recursos económicos y la televisión. El insulto a los votantes es predicar ética y practicar corrupción. Y no sólo a los votantes, a los ciudadanos españoles. Insultan a la decencia quienes han construido una trama dedicada a irregularidades que son corrupción en términos políticos. Los votantes no sabían nada de la trama del partido socialista para soportar su campaña electoral. La prueba es que una buena parte, al conocerla, le ha dado la espalda.

P. ¿Qué le parece la demanda de Arzalluz para que salgan a la luz todas lasfilesas?

P. Que salgan todas, estoy de acuerdo, pero supongo que quiere decir sin excepción de territorios históricos. Yo no conozco ninguna más. Si Arzalluz sabe de otras, que las diga.

P. ¿Por qué cree que se han adelantado las elecciones, en contra de lo que Gorizález defendió los últimos meses?

R. González no puede separar su responsabilidad de la del resto de la ejecutiva. Cuando los chivos expiatorios que buscaba se rebelan y le dicen que él debe ser solidario, se terminó el proyecto de catarsis. Era previsible. Estaban metidos en una ratonera.

P. Si el caso Filesa estuviera planteado en los mismos términos en el PP, ¿quién dimitiría?

R. Es muy difícil trasladarse a lugar ajeno. Con la mentalidad de mi partido es imposible montar una trama institucional que, además, sólo se puede explotar desde el poder. Desde la oposición no tendría capacidad recaudatoria. Yo puedo asegurar que esas conductas y esos estilos en el PP no caben.

P. ¿No hay en el PP cobro de comisiones, una estructura dedicada a encubrir donaciones irregulares?

R. Jamás, jamás se ha recibido un donativo condicionado. Creemos en la financiación privada de los partidos, con un límite, que los donativos no estén condicionados a una contraprestación. Jamás hemos fomentado donativos por favores.

P. ¿El PP está legitimado para denunciar la corrupción cuando tiene sus propios casos, desde Naseiro hasta la condena de dos militantes en Calviá?

R. Nosotros vamos ya hacia los 340.000 militantes. La responsabilidad de una organización extensísima no es garantizar que ninguno de sus 340.000 miembros comete alguna irregularidad. La garantía de que somos un partido intachable es la capacidad de respuesta a las conductas irregulares. Si uno examina cómo se ha comportado el PP en el caso del juez Manglano, en el caso de Burgos o en el más reciente del Ayuntamiento de Madrid, se dará cuenta de que la reacción ha sido siempre buscar la transparencia y facilitar la investigación. En todo caso, son sucesiones de casos individuales, no una trama como la organizada desde el poder por el partido socialista.

P. ¿El PP va a ganar estas elecciones?

R. Lo dirán los votantes. Lo que sabemos es que la victoria es posible para el centro-derecha, por primera vez desde 1982, y los datos sociológicos indican que cada día es más probable.

P. ¿Cuál va a ser su mensaje en dos palabras, cuando los socialistas les acusan ya de no vender más que frustración?

R. Nosotros dedicamos mucho más tiempo a explicar propuestas positivas que a criticar a los demás. Otra cosa es lo que luego tenga más interés para los medios de comunicación. Nuestro mensaje será claro. El partido socialista representa agotamiento, continuismo y frustración, y el Partido Popular, renovación, cambio y esperanza. Eso se va a concretar en alternativas perfectamente diferenciadas.

P. ¿Han estado buscando el mano a mano González-Aznar o esta táctica que ha adelantado el partido socialista no les conviene?

R. Eso es lo que le va a permitir al PP asegurar su victoria. Todos los duelos recientes González-Aznar los ha ganado Aznar, empezando por el duelo electoral del 89, en que por primera vez el PP derrotó al partido socialista en Madrid, y concluyendo con el debate sobre el paro en el Congreso. El que ha escurrido el bulto ha sido González al renunciar al debate del estado de la nación, que se debía haber producido en febrero y no se celebró. Si González, cosa que dudamos, se atreve a un mano a mano con Aznar, que sepa que el PP hace años lo está deseando. Si accede ahora significará que lo tiene todo perdido. Mientras lo tuvo todo ganado, rehuyó siempre el mano a mano.

P. ¿Cómo piensan convencer a los españoles de que reducirán el paro?

R. La mejor receta es una política económica correcta frente a la crisis, con una primera decisión que no depende de factores exteriores. La reducción del déficit público y una selección de gastos para facilitar inversiones productivas en infraestructuras y formación profesional. En paralelo, congelación y reducción de la presión fiscal para facilitar y aumentar el ahorro y la inversión. Y luego, privatizaciones. En este aspecto, se nos negó toda credibilidad hace un año y ahora nos desayunamos todos los días con privatizaciones que a la chita callando van emprendiendo los administradores socialistas.

P. ¿Y para acabar con la corrupción?

R. Hay que hacer tres cosas. Primero, reivindicar una sociedad que actúa con principios y recupera valores morales. Segundo, reforzar en las leyes los límites y cautelas que impidan conductas irregulares, porque los socialistas los han reducido para hacer la situación más manejable. Y tercero, hacer que funcionen los cuerpos que deben prevenir y reprender estas conductas. Si todos los escándalos de corrupción los descubre la prensa o los denuncia la oposición, habrá que preguntarse dónde están las brigadas de delitos monetarios o los inspectores fiscales. Con eso, el signo de la lucha contra la corrupción y el tráfico de influencias cambia en 24 horas. Ésa sí es una batalla que se gana en 24 horas. Y la ganaremos.

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