Pedro Cabeza,
un cacereño propietario de dos empresas dedicadas al transporte de mercancías peligrosas y que han suspendido temporalmente su actividad al perder sus contratos con Unión Española de Explosivos, de KIO, ha inscrito a sus 24 trabajadores en un gimnasio para que estén en forma cuando vuelvan al trabajo. Según Cabeza, si los empleados permanecen todo el día en casa van a engordar, por eso "el gimnasio les evita estar comiendo todo el día, y cuando tengan que trabajar de nuevo no habrán perdido la forma". Por su parte, los trabajadores señalaron que están muy contentos con la iniciativa. "Hemos visto que nos relaja mucho, y que además nos sirve para que se nos quiten muchos malos pensamientos que a veces nos rondan por la cabeza", indicó uno de estos parados gimnastas.-
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