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El Gobierno indio se moviliza contra una oleada de atentados con explosivos

Los Estados indios de Karnataka, en el oeste, y Gujarat, noroeste, han sido puestos en alerta máxima tras las declaraciones de los detenidos en relación con los atentados que causaron cerca de 300 muertos en Bombay el viernes de la pasada semana. Fuentes policiales indicaron que dos de los diez detenidos ayudaron a desembarcar 64 sacos cargados de RDX, un explosivo químico con un alto poder de destrucción, y que 50 de estos sacos fueron cargados hace dos semanas en dos camiones con destino a Karnataka y Gujarat.

Varias unidades del Ejército indio han sido enviadas a ambos Estados donde se han extremado las medidas de seguridad e implantado controles militares en carreteras, puertos, aeropuertos y estaciones de ferrocarril. Los hospitales y los servicios de protección civil también se están preparando para cualquier emergencia.Una fuerta psicosis de que lo ocurrido en Bombay puede suceder en cualquier otra parte del país parece haberse adueñado de India. Desde Uttar Pradesh a Tamil Nadu pasando por Nueva Delhi y el paraíso turístico de Goa, cientos de llamadas sobre maletas Sospechosas y denuncias de falsas bombas colocadas aquí y allá han provocado numerosas carreras y obligado a evacuar decenas de edificios. En Jabalpur, en el centro del país, sin embargo, la psicosis tuvo ayer fundamento: estalló una bomba de fabricación artesanal, aunque sin causar víctimas, según las primeras informaciones.

A estas falsas alarmas se suma la evidencia de que los bajos fondos de las grandes ciudades están bien provistos de armas y explosivos, como demostró la explosión accidental que causó 70 muertos al destruirse el martes pasado dos edificios en Calcuta, entre cuyos escombros se ha encontrado un gran número de granadas de mano que no estallaron.

Cartera explosiva

Otra prueba de ello es la bomba que llevaba en su cartera un hombre en la estación de Calcuta que, al parecer, también estalló de forma accidental el viernes causando la muerte del portador y de un niño.Fuentes policiales aseguran que los atentados de Bombay "estaban perfectamente planeados" y algunos de los que intervinieron en ellos recibieron entrenamiento en la manipulación de explosivos en Dubai. Varios centenares de manifestantes se congregaron ayer ante la embajada de Pakistán en Nueva Delhi para protestar por la presunto apoyo paquistaní a los terroristas.

Los principales responsables de la matanza, la familia Memon, según la policía, estaban relacionados con el hampa de Bombay y sus negocios habían sufrido la violencia de las masas hindúes tras las revueltas comunales de diciembre y enero pasados que causaron la muerte a 750 personas sólo en Bombay, la mayoría de ellas musulmanes, y otras 1.200 en el resto de India. Los Memon huyeron a Dubai el llamado viernes negro y el Gobierno ha solicitado su extradición.

En medios políticos indios se teme que la frustración de la minoría musulmana de India, cerca de 100 millones de habitantes cada día más pobres, tras la destrucción de la mezquita de Ayodhya por extremistas hindúes, se haya convertido en el caldo de cultivo de un terrorismo internacional vinculado al integrismo islámico.

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