Volkswagen crea un nuevo cargo en dirección para López Arriortúa
La firma alemana Volkswagen no quiso desvelar ayer, si el acuerdo firmado con López Arriortúa incluye la futura construcción de una planta para la fabricación de automóviles en Amorebieta (Vizcaya), siguiendo el diseño del empresario español, a cambio (le que éste rechazara la última oferta de General Motors, empresa norteamericana con la que ha estado trabajando en los últimos años.El lunes pasado, López parecía haber rechazado la oferta de Volkswagen, después que GM le ofreciera la presidencia de la división norteamericana de la firma, lo que le hubiera convertido en el número tres de GM. Según el director ejecutivo de la firma estadounidense, López aceptó la oferta de Volkswagen -y se trasladó inmediatamente a Alemania debido a que incluía la construcción de una factoría, en el País Vasco, de donde es natural, que utilizaría las últimas técnicas de producción siguiendo un diseño del propio López.
Las vacilaciones del ejecutivo entre permanecer en General Motors o fichar por Volkswagen se han seguido en los diarios norteamericanos como si de una telenovela se tratara. La dimisión de GM el jueves, su rectificación del domingo y su segunda dimisión del lunes ha dejado perplejos a la industria automovilística y ha provocado un seguimiento de día a día y hora a hora por parte de los medios de comunicación. Sobre el tapete queda la figura de López ascendida a una altura casi mítica, a pesar de que la gran profusión de detalles que se ofrecen no terminan de explicar lo que se juzga como un comportamiento inusual e inexplicable. Un ejecutivo llegado de Europa hace nueve meses que ha conseguido dejar en ridículo a los directivos de una de las más importantes empresas norteamericanas.
El diario New York Times arrancaba ayer en primera página con un artículo titulado: "El cambio de un cambio de opinión"; Wall Street Journal encabezaba su análisis diciendo: "López dimite de General Motors, vuelve, es ascendido y vuelve a dimitir de nuevo". USA Today dedicaba un largo artículo bajo el título de "Un ejecutivo de General Motors se va ... no se va...ya se ha ido".
Todos los periódicos que ayer trataban de explicar las causas de la partida de López habían salido a los kioskos el lunes con informaciones sobre su estancia definitiva en GM. Las informaciones financieras contenían detalles íntimos. Los diarios hablaban de que la cabeza de López le dictaba su marcha a la compañía europea, mientras que su corazón le pedía seguir con el equipo que ha conseguido ahorrar 2.000 millones de dólares anuales a General Motors.
En los artículos se analizaba hasta qué punto el deseo de la esposa de López, Margarita, y de sus tres hijas de volver a Europa ha podido influir en su decisión.
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