Aznar augura ante Giscard d'Estaing el descalabro del socialismo francés y español
ENVIADO ESPECIAL El presidente del Partido Popular, José María Aznar, proclamó ayer junto al ex presidente de la República Francesa Valery Giscard D'Estaing que "llega la hora de la alternativa" y que el socialismo "caerá en España, igual que en Francia". Aznar participó en Laqueuille, una aldea de 400 habitantes de la región de L'Auvergne (Francia), en un acto público de apoyo a la candidatura de Giscard a la Asamblea Nacional. El ex presidente francés convirtió la hora y media del encuentro en su feudo electoral en una constante demostración de amistad hacia su invitado y de respaldo a sus posibilidades políticas. Además aseguró que la colaboración antiterrorista con España "se mantendrá, por supuesto" con un Gobierno de centro derecha en París.
Aznar se desplazó a Francia en un pequeño reactor alquilado acompañado de su esposa, Ana Botella, y de José María Robles, secretario de relaciones internacionales del PP. Desde el aeropuerto de Clermont Ferrand, viajó por carretera hasta Laqueuille, donde departió a solas 10 minutos con Giscard. Luego, el ex presidente francés presentó a su invitado al público como "un hombre de la nueva generación" que "ha conseguido en España unir al centro derecha" hasta convertirlo en "un partido de gobierno".
Giscard recordó que la UDF (Unión Democrática Francesa) forma parte de mismo grupo que el PP en el Parlamento Europeo y dijo ambos partidos "comparten las mismas convicciones y valores, sobre la construcción europea".
Según el ex presidente, con la victoria del centro derecha, en Francia terminarán 12 años de crisis originada por los gobiernos socialistas. El paro se ha doblado y supera los tres millones, la deuda externa se ha multiplicado por cinco y el déficit público por 10. Lo peor, según dijo Giscard mientras Aznar asentía, es que "los socialistas han hecho creer que con el paro, no se puede hacer nada".
Mantener las relaciones
Aznar respondió en francés. "Vivimos el fin del siglo socialista y el hundimiento de su proyecto". Deseó al centro derecha francés "el éxito que se merece" y aventuró que la más que probable victoria de la oposición en las legislativas del 21 de marzo "será de gran importancia, quizá definitiva" para lo que suceda en España. El presidente del PP quiso comprometerse ante Giscard: "Desde el Gobierno, mantendremos las mismas relaciones de amistad y colaboración que hemos sabido construir desde la oposición".
Giscard dejó bien patente su aprecio por el líder del PP. Su esposa, Anne Aimonne, acudió al aeropuerto de Clermont-Ferrand a recibir al matrimonio Aznar y se llevó a Ana Botella al chateau familiar. El ex presidente, por deferencia a su invitado, aceptó una improvisada conferencia de prensa con los informadores españoles en el Ayuntamiento y preparó personalmente la mesa y las sillas.
Giscard se comprometió a mantener el nivel de la colaboración frente a ETA, tras reconocer que al principio de la transición, cuando él presidía la República, "hubo dificultades. Al término del encuentro, salió a la calle cubierta de nieve para despedir al matrimonio Aznar.
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