Los movimientos de Buthelezi y Mandela debaten con otros 24 grupos el futuro de Suráfrica
La más amplia concentración de divergentes puntos de vista en la historia de Suráfrica quedó reducida ayer a dos campos: el de los que quieren la inmediata discusión sobre el ordenamiento federal del país y los que ahogan por la lección democrática previa de una Asamblea Constituyente encargada de definir la futura forma del Estado. El grupo de Mongosuthu Buthelezi, el Partido de la Libertad Inkatha (IFP, casi exclusivamente zulú), defendió la primera postura y el Nelson Mandela, el Congreso Nacional, Africano (ANC), la segunda.
En total, 26 grupos, partidos y gobiernos participaron en la primera jornada de la conferencia preparatoria para la reanudación formal de las negociaciones sobre el futuro de Suráfrica. Otras 11 entidades tuvieron el estatuto de observador.La representación zulú, la más numerosa de las tribus surafricanas, estuvo dividida entre el Gobierno del homeland de Kwazulu y la delegación del IFP. "Creemos que SuráfrIca debería ser dividida en regiones con poderes autónomos", dijo el portavoz del Gobierno de Kwazulu, Baldwin Ngubane. "Compartimos la convicción de que los límites los poderes de los Estados deberían determinarse antes de la elección de un nuevo Gobierno".
Procesos alternativos
El delegado del lFP, por su parte, hizo notar que la propuesta de un Estado unitario o con regiones de autonomía débil que busca el ANC no es la única propuesta y que existen otros procesos alternativos en marcha para crear una república federal y democrática en Suráfrica.Una de las objeciones que el ANC plantea a esta reclamación es que la realiza un Gobierno nacido al amparo de las estructuras del apartheid, que busca mediante ese sistema perpetuar su control absoluto en la provincia de Natal-Kwazulu y que no resistiría dignamente el paso por las urnas.
De ahí que Joe Slovo, presidente del partido comunista y miembro de la dirección del ANC, disparara con bala verbal: "Queremos acabar con esos Estados de chiste [en referencia a los homelands independientes] y con los pequeños feudos [en alusión a las pretensiones del IFP]".
Cyril Ramaphosa, secretario general del ANC, aludió a que los conflictos que sufre Suráfrica no pueden ser resueltos con la "decisión de agarrarse al poder o el deseo de construir feudos regionales" y aseguró que la Constitución será redactada por una Cámara elegida democráticamente de la que también emanará un Gobierno de unidad nacional.
El IFP de Buthelezi rechazó su eventual participación en ese Ejecutivo de amplia base al que el actual Gobierno y el ANC piensan invitar a todos los partidos que tengan más del 5% de los votos.
La jornada de ayer estuvo dedicada a definir las posiciones de los 26 participantes en la conferencia, cada uno de los cuales tuvo siete minutos para exponer su caso.
No hubo diferencia entre grandes y pequeños, la identidad de algunos de éstos (en general partidos de los homelands, que dejarán de existir tan pronto existan urnas en Suráfrica) resultó ser un misterio para los más sazonados de los corresponsales y analistas políticos surafricanos.
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