La FIDE debe organizar el Mundial entre Kárpov y Timman

El motín contra la Federación Internacional de ajedrez (FIDE) promovido por el campeón del mundo, el ruso Gari Kaspárov, y su retador, el británico Nigel Short, es un punto de partida hacia el caos. El artículo D. 1.07 estipula que, en este caso, el título debe disputarse entre el ruso Anatoli Kárpov, el subcampeón, y el holandés Jan Timinan, el finalista del Torneo de Candidatos. El estadounidense Bobby Fischer, desposeído de él en 1975, observa este barullo con fruición.Varias televisiones británicas muestran interés en patrocinar el enfrentamiento de Kaspárov y Short, pero la FIDE, dispuesta a querellarse contra ambos, estudia la posibilidad de obligar a Manchester a organizar el Campeonato del Mundo entre Kárpov y Timman porque, según su reglamento, la oferta de la ciudad británica, con unos 200 millones de pesetas en premios, es "incondicional".

Si Manchester, que promueve también su candidatura para los Juegos Olímpicos del año 2000, se niega a cumplir las normas, es previsible que el filipino Florencio. Campomanes, el presidente de la FIDE, tenga problemas para encontrar otra sede "por la falta de credibilidad de ese duelo", como reconoció Timman en Linares, donde ayer fue día de descanso. El lugar ideal, pero imposible mientras se mantenga el embargo de la ONU, es Yugoslavia, país de gran tradición ajedrecística y en el que Fischer reside en la opulencia y cobra un 14% de interés mensual por más de tres millones de dólares (354 millones de pesetas) depositados en el banco privado Yugoskandik.

A menos que alguien pare este desorden, habrá un campeón del mundo oficial, otro auténtico y un tercero simbólico, Fischer, idolatrado por millones de aficionados.