"TVE, se ha gastado 890 millones en contraprogramarme"

Pregunta. Dos millones de espectadores vieron su primer programa y 1,6 el segundo. ¿Decepcionado por estas audiencias?Respuesta. Estamos entrando en una etapa en la que ya no se puede hablar de programas buenos o programas malos. Estamos entrando en el terreno de la sofisticación televisiva y tenemos que trabajar por el libro, como dicen los norteamericanos: a tal hora hay que programar cierto tipo de programa porque es evidente que el público es de tal edad e incluso de tal clase social. La gente se olvida de que en la primera y segunda temporadas de Vip noche nos pasó lo mismo. Empezamos con una media baja y luego, poco a poco, por el boca a boca, vas ganando una media estándar que es la que te sigue siendo fiel.

P. Pero su programa ¿no era la estrella de la nueva programación?

R. Bueno, con todo ese lío del cambio de cadena, con toda la expectación que se había creado, hace que la gente se olvide que aquí no se regalan duros por pesetas, que éste es un mercado muy competitivo. TVE, por ejemplo, se ha gastado 890 millones en comprar seis películas, y cada película tiene el triple del presupuesto de lo que cuesta nuestro programa. Y son para el domingo por la noche, cuando es más cara la publicidad de TVE y ésta tiene que poner toda la carne en el asador. De todas formas no se puede competir contra una película de estreno. El público sabe que puede ver Noche, noche otros días, pero una película -Batman, por ejemplo- sólo la pasan una vez.

P. ¿No peca su programa de comedia blanca?

R. Estamos a tiempo de corregir. No nos vamos a dar de cabezazos contra la pared. Apostamos por un programa en que no hubiese tanta música, pero si nos damos cuenta de que la gente quiere más música y no tanta comedia, pues se va acondicionando. Una cosa sí que tenemos claro: no vamos a hacer un programa que no nos guste. Lo que importa es la fidelidad de tu público. Y los datos de Ecotel demuestran que la gente que entra en el programa no lo abandona. Eso es una buena señal.

"Aquí vale todo"

P. ¿Ve una mejora en la televisión que se hace en España con el desarrollo de las privadas?R. Algo se ha ganado, pero todavía queda muchísimo por hacer. Una cosa está clara, y es que el código de ética no se está aplicando por casi nadie. A lo mejor puede sonar falso decirlo, pero Antena 3 sí que lo ha respetado en todo ese lío que se ha montado con las revistas de televisión y los cambios en la programación. En Estados Unidos, por ejemplo, no puedes cambiar una película en la programación con menos de 30 días, y aquí se hace con dos días de antelación y no pasa nada. Aquí estamos inmersos en una batalla en la que vale todo. Y eso no puede durar mucho más tiempo, y llegará el día en que los directores de las cadenas tendrán que ponerse de acuerdo.

P. ¿Piensan hacer algún cambio en el programa?

R. Estamos haciendo estudios sobre la audiencia y estamos viendo que los hábitos están cambiando. Los domingos por la noche, antes igual había un público infantil; pero ahora los mandan antes a la cama. Lo que está claro es que los domingos por la noche va aumentando la franja de edad del público entre los 45 a los 50 años y para arriba.

P. Da la sensación de que sigue a la búsqueda de su hueco y de su hora en la programación.

R. La tarta estaba bastante repartida cuando llegamos. Hemos aterrizado cuando el resto de las cadenas llevaban cuatro meses programando, cuando ya había un hábito creado, y hay que ir ganando poquito a poco a la gente. Lo he dicho siempre, y lo sigo manteniendo: me considero un trabajador de esto.

P. ¿Ve televisión?

R. No, no me da tiempo.

P. ¿Cuáles su jornada?

R. De nueve de la mañana hasta cualquier hora de lunes a miércoles. Los jueves seguimos grabando y empezamos a montar lo realizado. El viernes terminamos, si podemos, lo montado y empezamos a trabajar en el nuevo programa.

P. Tres horas de duración, ¿no es mucho para un programa?

R. Es una barbaridad. Sobre todo en un programa de secuencias de humor, que te lleva mucho tiempo escribirlas y luego son tres minutos.