Masako Owada,

la prometida del príncipe heredero de Japón, Naruhito, ha comenzado estos días el aprendizaje para desempeñar con dignidad el puesto de princesa y, en su día, suceder a su suegra, Michiko, como emperatriz. En las próximas semanas, la diplomática, de 29 años, asistirá a cursos de caligrafía, poesía de Waka, escrita por la familia imperial para presentarla al emperador en Año Nuevo, historia de Japón y de la Constitución, etiqueta y protocolo. Así procedió también la Casa Imperial con otras dos plebeyas instaladas ahora en los recintos palaciegos: su futura suegra, Michiko, y Kiko Kawashima, esposa del príncipe Aya, hermano menor de Naruhito y segundo en la línea de sucesión al trono.Con el sigilo que caracteriza a los funcionarios de la Casa Imperial, un portavoz señaló a la agencia Efe que Owada recibirá el mismo tiempo de formación que su futura cuñada, Kiko: cuatro horas al día, de lunes a viernes, durante varias semanas. La educación a la que se sometió la actual emperatriz, Michiko, fue más extensa, hasta 74 días, antes de contraer nupcias con Akihito, en los que hubo idiomas, como inglés y francés, pero el portavoz oficial precisó que Masako Owada no necesitará inglés.

Efectivamente, cuando el ex secretario de Estado norteamericano James Baker visitó lapón en noviembre de 1991, Masako Owada actuó de intérprete en las negociaciones.