Un gran país llamado 'Escandinaustria'
Imaginemos un país de una superficie y una demografía como Colombia. Con un producto interior bruto como el de Canadá. Una densidad de población algo inferior a la de Estados Unidos. Y una renta per cápita como Francia. Situémoslo en una región entre el Polo Norte y los Alpes. Podemos darle el nombre de Escandinaustria y considerarlo como un país envidiable por multitud de conceptos; entre otras cosas, por su belleza natural y sus deportes de invierno, así como por el civismo de sus habitantes.En cuanto a riqueza, se sitúa entre los primeros del mundo, posiblemente justo delante de España en el registro de naciones más ricas. Si fuera posible, debería ingresar en el G-7, grupo de los países más industrializados.
Las tres cuartas partes de este país han vivido en régimen de neutralidad en los últimos 50 años. Escandinaustria es el nombre que se le podría dar también a los países nórdicos de frontera con el antiguo bloque comunista, lo que equivale a registrar toda una gama de posiciones: desde la Finlandia casi satelizada por la ex URSS hasta Noruega, integrada en la OTAN.
Para la CE significa aumentar en el 50% el territorio y sólo el 7% la población, la aparición de una larguísima frontera de casi 1.400 kilómetros con Rusia y la urgencia de resolver la inmediata vecindad con una zona de inestabilidad (ex Yugoslavia, Eslovaquia, Hungría, Rusia y repúblicas bálticas).
La población escandinaustriaca tiene una notable preocupación por las cuestiones medioambientales y por los derechos de los consumidores, lo que da como resultado una protección e intervención del Estado en estas áreas muy superior a la del resto de Europa. La economía cuenta con áreas de fuerte intervención, en buena parte en retroceso. La existencia de una agricultura de alta montaña, ártica y subártica, da lugar también a la existencia de subvenciones y ayudas muy bien justificadas, pues sin ellas, la mitad de su territorio quedaría despoblado.
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