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Un gran país llamado 'Escandinaustria'

Lluís Bassets

Imaginemos un país de una superficie y una demografía como Colombia. Con un producto interior bruto como el de Canadá. Una densidad de población algo inferior a la de Estados Unidos. Y una renta per cápita como Francia. Situémoslo en una región entre el Polo Norte y los Alpes. Podemos darle el nombre de Escandinaustria y considerarlo como un país envidiable por multitud de conceptos; entre otras cosas, por su belleza natural y sus deportes de invierno, así como por el civismo de sus habitantes.En cuanto a riqueza, se sitúa entre los primeros del mundo, posiblemente justo delante de España en el registro de naciones más ricas. Si fuera posible, debería ingresar en el G-7, grupo de los países más industrializados.

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Las tres cuartas partes de este país han vivido en régimen de neutralidad en los últimos 50 años. Escandinaustria es el nombre que se le podría dar también a los países nórdicos de frontera con el antiguo bloque comunista, lo que equivale a registrar toda una gama de posiciones: desde la Finlandia casi satelizada por la ex URSS hasta Noruega, integrada en la OTAN.

Para la CE significa aumentar en el 50% el territorio y sólo el 7% la población, la aparición de una larguísima frontera de casi 1.400 kilómetros con Rusia y la urgencia de resolver la inmediata vecindad con una zona de inestabilidad (ex Yugoslavia, Eslovaquia, Hungría, Rusia y repúblicas bálticas).

La población escandinaustriaca tiene una notable preocupación por las cuestiones medioambientales y por los derechos de los consumidores, lo que da como resultado una protección e intervención del Estado en estas áreas muy superior a la del resto de Europa. La economía cuenta con áreas de fuerte intervención, en buena parte en retroceso. La existencia de una agricultura de alta montaña, ártica y subártica, da lugar también a la existencia de subvenciones y ayudas muy bien justificadas, pues sin ellas, la mitad de su territorio quedaría despoblado.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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