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La tienda del olvido

En diez años han desaparecido 90.000 ultramarinos y han nacido 91 hipermercados

Muchos han asumido que ahora son la tienda del olvido. "Nos hemos quedado para vender el bote de lejía que se les olvidó comprar en el hiper, y para mantener el negocio me obligan a pedir 200 pesetas por este producto en vez de 40", explica el dueño de un ultramarinos. La guerra entre la tienda tradicional y las grandes superficies arroja un balance negativo para el detalle. Entre 1982 y 1992 han desaparecido 90.000 tiendas de alimentación y han nacido 91 hipermercados. La apertura de las grandes superficies los días festivos ha enfurecido a los pequeños.

Una contundente carga policial el pasado mes de diciembre ante un gran almacén contra una manifestación de pequeños empresarios en Madrid fue el rostro de su protesta. Los pequeños y medianos comerciantes -que mueven un volumen de negocios de 6,5 billones de pesetas (el 11% del PIB) y emplean a millón y medio de personas- no quieren que los grandes almacenes e hipermercados -que facturan dos billones de pesetas y emplean a 100.000 trabajadores- abran los domingos y festivos. Pero los responsables de las grandes superficies saben que hay "una necesidad social" y acuden a satisfacerla si la legislación vigente en las comunidades autónomas se lo permiten."Hay centenares de miles de hogares unifamiliares y también de parejas que trabajan los dos", explica José Serrano Carvajal, presidente de la asociación que agrupa a 30 grandes superficies (Anged). Un gran centro comercial recibió la visita de 85.000 personas un domingo. En el hipotético caso de que cada persona gastara 1.000 pesetas, la facturación del día habría sido de 85 millones. Es evidente que les compensa abrir los días festivos pese a los costes que ello conlleva. "El comercio tiene que ser un servicio", puntualiza Serrano Carvajal, defensor de que "la libertad es el motor de estas actividades económicas". De la misma opinión es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que defiende "mayor horario y mejor servicio".

Día de descanso

La mayoría de los pequeños aducen, sin embargo, que ellos no pueden abarcar los siete días de la semana porque son autónomos o tienen muy pocos empleados, y porque "los domingos y festivos son para descansar"."No se puede trabajar todos los días. Además, la gente se ha acostumbrado a comprar un domingo en un hiper pero no en los comercios al detalle", explica el propietario de uno de estos establecimientos. Los pocos pequeños locales que se pueden permitir "el lujo' de abrir los domingos, y sólo por la mañana" lo hacen para captar las compras de última hora de la comida dominguera "a costa de trabajar seis días y medio a la semana", comenta el dueño de un ultramarinos.La alimentación es el sector más afectado por el auge de los grandes. En los últimos 10 años las 290.000 tiendas de comestibles se han reducido a 200.000. Los locales dedicados a la venta de equipamiento, mobiliario y electrodomésticos para el hogar han sufrido unas bajas, también netas, de 11.000 tiendas. La pérdida en el número de farmacias es de 6.000. En cambio, el sector de textil y calzado ha crecido de 93.000 pequeños locales a 105.000. Según la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme), de 1982 a 1992 el número de pequeños comercios ha pasado de 592.000 a 517.000.Cuando se inaugura un gran centro comercial, los vecinos con horarios laborales complicados lo reciben como una bendición. Simultáneamente, los pequeños negocios de los alrededores reciben de golpe una bajada brutal en sus ventas. "En cuanto pasa la novedad recuperamos un poquito la clientela, pero nunca la misma que antes", comentan los afectados. "La droguería y la papelería ya han cerrado, y la frutería y la lechería lo harán dentro de poco", cuentan en una perfumería situada en los alrededores de un gran centro comercial, con, hipermercado incluido, recién abierto en Madrid. La vendedora de la perfumería asume que no puede competir en precios. "Sólo podemos echarle simpatía, porque a nosotros la clienta nos puede contar las historias de su marido, sus hijos y de la abuelita. Pero no al hiper".

Pero además hay abierto otro frente: la representatividad de la pequeña empresa. José María Cuevas, presidente de CEOE, afirma que su asociada Cepyrne representa al 95% de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Y con este argumento negocia con Anged un acuerdo de implantación nacional sobre libertad de horarios.

Pero la iniciativa no es aceptada por otras asociaciones de pymes, como Copyme, Cepyme-Madrid (escindida en 1981 de Cepyrne), Cadam y otras, que acusan a la CEOE de "haber secuestrado la voz de las pequeñas empresas". Para protestar contra la libertad horaria, la presión fiscal -Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y sistema de módulos- y la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) han pedido a los pequeños empresarios que hoy echen el cierre en Madrid y acudan a una concentración en la Plaza de España.

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