Ana Botella debuta en Vicálvaro

"La esposa del nuevo presidente del Gobierno", Con tan sólida e indudable confianza en el éxito saludó anoche una simpatizante del PP a Ana Botella, la esposa del presidente del Partido Popular, José María Aznar, en su estreno para la oratoria política. La minúscula sede popular en Vicálvaro, un barrio obrero de Madrid, se vio abarrotada por más de medio centenar de simpatizantes y vecinos que, agolpados en unos 15 metros cuadrados, acudieron a escuchar a esta militante de base, pero con excelentes relaciones con la cúpula del partido. Era la primera vez que Ana Botella pronunciaba un mitin.. La arroparon Luis Eduardo Cortés, senador y presidente del PP de Madrid, y las diputadas populares en la Asamblea regional Ana Mato y Carmen Torralba.Con menos tablas que su marido para estos actos, Ana Botella se defendió con soltura, aunque sin entrar en grandes análisis, para mostrar su preocupación por la inseguridad ciudadana, la droga o las carencias del mercado laboral y del parque de viviendas, y su convencimiento de. que "el PP tiene soluciones a los problemas de este barrio". Pero su mensaje principal fue ofrecer su colaboración para lo que los militantes necesiten en los agitados días de campana que se avecinan, "porque en esta situación debemos poner todos de nuestra parte".

Luego respondió a preguntas sobre la corrupción -"es una lacra de la sociedad que hay que erradicar, pero es injusto pensar que sólo se da¡, entre los políticos"-, el aborto -al cual mostró su oposición- -o para recalcar que confía. en la victoria en las urnas del PP, pero que no ha perdido "ni medio minuto" en pensar posibles cambios en la decoración del palacio de la Moncloa.

Fue la propia Ana Botella quien eligió Vicálvaro, un barrio con problemas de droga y chabolismo, para su debú, "porque es un barrio complicado" y con un alto porcentaje de voto de izquierdas. El PP cuenta allí con unos 500 militantes. De Vicálvaro se llevó, además de ovaciones, un informe sobre la situación del distrito, una plateada placa de recuerdo y un libro con la historia del barrio que, confesó, le "interesa mucho".

En los próximos días, participará en actos similares en los distritos de Hortaleza y Chamberí, pero no tiene intención de hacer campaña para las legislativas "más que como acompañante" de su marido.

Entre los asistentes, apiñados hasta el punto de quejarse por la falta de espacio para aplaudir, un abanico del barrio: amas de casa más o menos ataviadas para la ocasión, personas de edad, algún joven, y todos entregados. "Muy bien", "fenomenal", eran los comentarios más repetidos de los oyentes. Tras la plática, la mayoría acompañó a su presidenta hasta un bar cercano para compartir un tinto con boquerones y acosarla con fotografías de Aznar: "Para María con afecto".

A Pergentina, una vecina del barrio de 57 años, Ana ya le parecía "elegante y sencilla en televisión". Desde anoche también piensa que es "guapa".