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Sólo cinco testigos de un centenar presentes

El asesino de José Antonio Santamaría, un individuo de unos 27 años y que llevaba el gorro de cocinero típico de los participantes en la Tamborrada, entró en la sociedad Gaztelupe por una puerta lateral, a las 23.30 del martes con una pistola en la mano. Un testigo describió así el suceso a este periódico: "Estábamos en la sobremesa, esperando que llegaran las 12 [de la noche, hora en que se inicia la fiesta]. Santamaría estaba en una mesa próxima a la entrada, de espaldas a la puerta. El que lo mató llevaba ropas oscuras y era, de estatura y complexión normal. Se le acercó por detrás y como ví que sonreía pensé que iba a hacer una broma. Me pareció el ruido de un petardo, pero ví que Santamaría se desplomaba y que a su alrededor se formaba un revuelo. Alguien dijo: 'Le han matado'. Todos nos quedamos de una piedra, algunos se echaron a llorar, pero cuando llegó la policía y nos invitó a testificar, la gente se quedó en su sitio. De un centenar que estábamos cenando, al final resultó que sólo cinco habíamos visto algo"., Gesto por la Paz convocó ayer 132 concentraciones en el País Vasco para expresar el rechazo ciudadano al asesinato.

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Los partidos califican de ataque a San Sebastián el asesinato de un empresario

La corporación donostiarra aprobó ayer en un pleno extraordinario una nota de condena, con los votos de todas las formaciones excepto HB.

Los concejales de Herri Batasuna se negaron a votar, lo que motivó enfrentamientos verbales con el resto de los ediles. HB leyó un comunicado en el que dice no querer ser juez, pero añade: "No por ello vamos a dejar de emitir nuestra constatación de la existencia de grupos de mafiosos en los que están implicados desde secciones y mandos de aparatos policiales hasta personalidades de guante blanco".

El obispo de San Sebastián, José María Setién, expresó en la homilía pronunciada por la festividad del patrón de la ciudad su condena por el asesinato. El obispo indicó que el atentado contra el empresario, por sus circunstancias, es aún más reprobable, "es un atentado contra la ciudad".

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