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El Madrid ratifica su condición de favorito

El Real Madrid estrenó traje de vestir en su desplazamiento a Leverkusen pero cuando los árbitros pusieron el balón en juego mostró la misma saludable cara que le ha convertido en el gran favorito de la Liga europea. A una fachada física intimidatoria ha unido una coherencia en su juego que acaba por demoler resistencias tan incómodas como la del Bayer. Los alemanes no se dieron por vencidos hasta el minuto 35, pero su poderío muscular, a la altura del madrídista no tenía acompañamiento en forma de talento baloncestístico, cualidad inexistente en sus hombres interiores. Precisamente donde al Madrid le sobra.Es bueno que el talento decida para contrarrestar la creciente tendencia hacia el cuerpo a cuerpo, el leñazo y tentetieso, la igualdad por la vía de la destrucción mejor que por la de la construcción. Cuando los encuentros son de baloncesto, no de lucha libre, afloran en toda su grandeza los hombres dotados naturalmente para este de porte. Es el momento donde se puede disfrutar de gente como Brown o Sabonis.

El lituano fue el amo del corral. Se nota que en Europa juega más relajado, -sin mirar por el rabillo del ojo a los árbitros, su auténtico desquicie en España. Sin llamar excesivamente la atención, sus cifras fueron de escándalo: 22 puntos, 14 rebotes, 5 tapones, 4 asistencias y 3 balones robados.

Lo otra cara fue Wheeler, el talento del Bayer. El base norteamericano es el que hace que su equipo pueda pasar de la vulgaridad a su actual condición de aspirante a la Final Four. En condiciones normales marca el ritmo, dirige los ataques y todavía le queda tiempo para anotar. Ayer no pudo hacer nada de eso, y el Bayer quedó reducido asu mínima expresión. La de equipo correoso, con tozudez germana pero sin ángel. Al angelito negro, como diría Machín, le trajeron frito toda la noche, sobre todo Ismael Santos. Su defensa fue de libro. Wheeler tardó 15 minutos en meter sus primeros dos puntos, y después de los 35 que jugó, anotó tan sólo ocho tantos.

Cargol es otro al que le va mejor Europa que España. Será por la presencia de Slmpson en el equipo ACB, o puede que su propia irregularidad haya alcanzado cierta normalidad, y los picos positivos le toquen en los viajes fuera de nuestras fronteras.

El Madrid marcó la pauta en todo momento, siempre impulsado por sus buenas salidas del vestuario. En la primera se colocó con 15 puntos de ventaja en siete minutos. Tras el descanso hizo lo propio y en tan sólo seis y medio pasó de un 4350 a un tranquilizador 55-70.

El detonante de esta enajenación mental puede ser un par de triples seguidos de Kock (primer tiempo) o una zona presionante 1-3-1 -(segundo tiempo). En esta última ocasión, tres infames minutos devolvieron a la vida a los 6.000 espectadores alemanes que ya estaban pensando en qué iban a cenar esa noche. Un oportunísimo cambio de Lasa por Antúnez y la insistencia del pívot Johrison en conseguir detrás de la línea de tres puntos lo que le era imposible al lado de Sabonis, devolvió a todos a la realidad.

Porque al final lo que mandó fue lo obvio y natural, la pura y dura realidad que no es otra que entre el Real Madrid y el Bayer hay una gran diferencia de talento. Y mientras los árbitros quieran, el talento siempre ha de vencer.

Triunfo del Joventut

El Joventut sumó ayer su segundo triunfo al ganar en su cancha al Maccabi de Tel Aviv (Israel) por 82-80 en un partido con un final espectacular y emocionante. El Joventut mantiene aún esperanzas de clasificarse entre los cuatro primeros para pasar a cuartos de final.

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