Los contendientes de Bosnia discuten en Ginebra la última oportunidad para la paz

Los líderes serbios, croatas y musulmanes de Bosnia, enfrentados en el campo de batalla desde el pasado mes de abril, se vieron ayer por primera vez las caras en torno a una mesa de negociación en Ginebra. Los principales agentes de la guerra civil que asola al país tuvieron que escuchar cómo se encuentran ante la simple elección de optar por la guerra o por la paz mientras se sometía a su consideración un mapa y un plan de paz de 10 puntos, que incluye la formación de un Estado descentralizado y multiétnico integrado por 10 provincias con amplísimos poderes ejecutivos. La alternativa al fracaso de esta "reunión de la última oportunidad" es una intervención militar avalada por las Naciones Unidas."El proceso que hoy empezamos puede marcar la diferencia entre la paz y la guerra, entre la vida y la muerte para millares de personas", dijo Cyrus Vance, copresidente de la conferencia, al abrir la sesión de los congregados por primera vez en torno a una mesa de negociación. "Los reunidos en torno a esta mesa tienen en sus manos el impedir que nos deslicemos en una escalada o extensión del conflicto".

Las cinco delegaciones, identificadas sólo por los nombres de sus líderes, sin que aparecieran títulos ni nombres de países, mantuvieron ayer dos sesiones para discutir el cuadro constitucional de Bosnia-Herzegovina propuesto por Vance, en nombre de la ONU, y David Owen, en nombre de la CE. El plan prevé una república dividida en 10 provincias autónomas en un Estado muy descentralizado, gobernado por consenso por los tres principales grupos étnicos. Sarajevo sería una ciudad abierta. El proyecto atribuye casi la mitad de Bosnia-Herzegovina a los serbios, entrega una pequeña provincia en el norte a los croatas y no fija un territorio para los musulmanes, aunque tres de las provincias tendrían mayoría musulmana.

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