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Reportaje:

"La separación de Diana es culpa mía"

La escritora Barbara Cartland ve en sus novelas el origen de la ruptura de los pníncipes de Gales

"Soy la persona más cercana a a realeza dispuesta a hablar", señaló ayer la novelista Barbara Cartland en una entrevista publicada por el diario británico The Daily Telegraph. Cartland es madre de la madrastra de Diana Spencer; la propia princesa de Gales ha devorado cada una de las novelas rosas de Cartland."Me atrevo a decir que es mi culpa", comenta la autora en relación con el fracaso del matrimonio de los príncipes de Gales, para seguir: "Diana ha leído todos mis libros, en los cuales todo el mundo vive felizmente hasta el final". Novelas como Una virgen en París (A virgin in Paris), Amor al timón (Love at the helm) o El despiadado libertino (The ruthless rake), entre la extensa bibliografía de carácter sentimental de Cartland, mostraron a la joven Diana un tipo de amor extremadamente romántico pero, en definitiva, alejado de la realidad.

La novelista está convencida de que Diana personificaba a su príncipe encantador en "esos hombres apuestos y altos que aparecen en las novelas y arrebatan el amor de las mujeres". Pero, dado que el príncipe Carlos es de menor estatura que la propia Diana, cabe pensar que aquella joven de 19 años aceptó el compromiso de enlace real tras renunciar parcialmente a sus sueños: pocos exaltan la hermosura de su marido, mucho menos su estatura. Según Cartland, la educación del príncipe Carlos a su paso por el internado de Gordonstoun anuló finalmente el sueño de la princesa: "Con una sola lámpara en la habitación, sin una alfombra donde reposar los pies desnudos, dejaron al príncipe incapaz de manejar las rabietas de la princesa".

Quizá, para contrarrestar su sentimiento de culpabilidad, Cartland busca en la propia familia Spencer aquellos síntomas que han podido precipitar la ruptura del matrimonio del heredero a la corona británica. La escritora recuerda la enfermedad de Diana -bulimia-, a pesar de que no acierta con su nombre: "Cuando pilló ese mal... bul... como quiera que se llame... bueno, toda la familia ha sido siempre un poco neurótica. Si alguien se pone histérico, ningún inglés le hará el amor", asegura con mucha convicción.

La bulimia de la princesa Diana fue para Cartland el "verdadero problema" durante su matrimonio. Pero el carácter típico del hombre inglés tampoco favoreció la relación. "Los ingleses crecen con chicos en los colegios; no comprenden a las chicas. Son tímidos. Cualquier mujer confesará que un hombre nunca dice: te quiero. Es la mujer quien tiene que decir: te quiero, ¿me quieres?", describe esta profesional, divorciada en dos ocasiones y que asegura tener miles de admiradores.

Pero Cartland no reflejó estas teorías en sus libros. Por el contrario, sus personajes masculinos irradian devoción y admiración por sus mujeres. Diana se lo creyó y este año ha decidido aceptar las consecuencias: ha roto los lazos sentimentales con su príncipe de verdad, y desde hace una semana ha emprendido un nuevo camino en solitario.

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