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BALONCESTO

El Joventut considera que el mal arbitraje que sufrió en Salónica es una represalia de la FIBA

Robert Álvarez

La junta directiva del Joventut considera que el "nefasto" arbitraje y la pasividad del comisario de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), pese al mal trato que sufrió su equipo el pasado jueves en Salónica, es una represalia por parte del máximo organismo del baloncesto europeo. El club badalonés protestó la pasada temporada varias decisiones adoptadas por la FIBA, que ahora, de acuerdo con la tesis de sus directivos, le está pasando factura. Tras la derrota ante Paok por 83-81, el técnico del Joventut, Lolo Sainz, fue contundente: "Ha sido un robo a mano armada".

La manifiesta parcialidad de los árbitros, el israelí Dagan y el inglés Gerrard, no fue el único motivo de queja del Joventut. "Ya antes de empezar el partido", relata su vicepresidente Francesc Cairó, "estuve en contacto telefónico con nuestra expedición en Salónica porque se produjo una serie de problemas ante los que el comisario de la FIBA [el croata Boris Lalic] no sólo no hizo absolutamente nada, sino que incluso llegó a reírse de nuestras quejas". A los jugadores del Joventut se les negó la utilización del pabellón para efectuar el entrenamiento previo al partido y no se les facilitaron balones de las mismas características de los que se iban a poner en juego durante el partido. Ese fue el aperitivo de lo que después iban a tener que soportar.

Sainz, indignado

Sainz, que tuvo varios incidentes dialécticos con los colegiados, acabó indignado por su actuación y los calificó de "fantoches". "Desde que yo empecé a jugar a baloncesto en 1960 jamás había visto un arbitraje tan descarado", dijo. Todos los componentes del Joventut se mostraron tan irrítados por la señalización de la personal -en un forcejeo entre Pressley y Levingston- que a falta de seis décimas permitió al Paok anotar los dos puntos de la vic¡oria, como por la actuación de los árbitros a lo largo de los 40 minutos. "Ellos pegaban y no señalaban nada. Los errores han sido gordísimos", dijo Sainz. Francesc Casellas, directivo y jefe de la expedición del Joventut en Salónica, fue expulsado por los árbitros de la silla que ocupaba en el banquillo a causa de sus reiteradas protestas, y posteriormente impugnó el partido.La directiva del Joventut acusa a la FIBA de haber tomado represalias contra el club debido a que en la temporada pasada el Joventut protestó con fuerza la actuación del máximo organismo del baloncesto europeo cuando le obligó a viajar el pasado mes de marzo a Zagreb para jugar contra el Cibona. El equipo croata había disputado la liguilla en España y el clima de guerra y enfrentamientos existente en su país no aconsejaba todavía, a juicio de los directivos badaloneses, que se jugara en Zagreb. El partido, no obstante, acabó celebrándose en la capital de Croacia.

Un mes más tarde el Joventut volvió a reclamar a representantes de la FIBA por lo que juzgó una escasa remuneración por su participación en la final four que se jugó en Estambul. "El año anterior se habían pagado 25 millones de pesetas a cada uno de los cuatro clubes que intervinieron en la competición", señala Cairó. "A nosotros tan sólo nos pagaron nueve millones, por lo que jugar la final four resultó deficitario ya que los gastos de desplazamiento y alojamiento corrían por cuenta nuestra".

Otro motivo por el que presumiblemente la FIBA podría discriminar al Joventut es que Cairó también es vicepresidente de la Asociación de Clubes de España (ACB) y se alinea con la tesis de su presidente, Eduardo Portela, manifiestamente contraria al proyecto de nueva Liga Europea elaborado por el secretario general de la FIBA, el serbio Borislav Stankovic. El proyecto, de ser aprobado, entraría en vigor en 1996 y supondría prácticamente que los mejores clubes dejarían de participar en las ligas de sus respectivos países.

Aún existe un último motivo de recelo del Joventut. "No estoy de acuerdo con este tipo de arbitrajes", sentenció Lolo Sainz, "porque la FIBA podría tener intereses creados y desear que hubiese un equipo griego en la próxima final four, que se disputará en Atenas".

Escasas posibilidades

Tras la derrota en Salónica las posibilidades de clasificación del Joventut para los cuartos de final de la Liga Europea son escasas. Debe ganar, al menos, cinco de los siete partidos que restan para la conclusión de la liguilla. Sus directivos, no obstante, consideran que, en líneas generales y salvo una excepción [Harold Pressley], la actuación de sus jugadores mejoré notablemente respecto a encuentros anteriores.El próximo compromiso de la Penya en esta competición será el 7 de enero en la pista del Knorr de Bolonia, en un partido que cerrará la primera vuelta. Una de las ventajas del equipo verdinegro es que en la segunda vuelta jugará en casa cuatro partidos (Maccabi, Scavolini, Paok y Bolonia) y tendrá sólo dos desplazamientos (Limoges y Cibona) en los que la presión ambiental no se prevé tan determinante como la que ha sufrido hasta ahora. En la Liga ACB, los badaloneses tienen un calendario propicio a corto plazo puesto que este fin de semana se desplazan a Ferrol y la próxima semana reciben al Grupo Libro de Valladolid y al BFI Granollers.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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